Alcohol, locura y muerte

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“El hombre era la última persona en el bar, a punto de cerrar. Esa noche su chica se le fue, quedaba él y la soledad de su botella de whisky, casi vacía. Él sabía que en esas condiciones no podría conducir, entonces se esconde en el baño, para dormir, sabiendo que, las meseras, serian incapaz de mover su cuerpo, dormido, hasta la calle...”

No, pará ¿Qué estoy haciendo? ¿Otro relato de borracho infeliz? No, ya está,  me niego a escribir sobre lo mismo, una y otra vez.

—Pero es lo que sos, compadre, no niegues lo que sos.
—¡Vos cállate! Soy más que un borracho.
—Por favor, no me hagas reír.
—Cerrá el pico, vos sos un inútil, por eso te moriste, salame.
—¿Qué decís tonto? Me cagué muriendo por qué no me alimentabas, ni para tener mascotas servís.
—Qué me importa ¿Mirá si me va a importar lo que diga un loro muerto? Hoy estoy mal, pero son etapas. Todo va a estar bien, y vos no me vas a quitar mis esperanzas.
—¿Yo? No, obvio que no, te la quitas vos solo, bajandote todo el whisky con esas pastillas de colores. Hacete cargo, compa, sos un desastre, ¿de que esperanzas me hablas? No podés escribir sobre amor, felicidad y paz, porqué no conoces nada de eso. Sos un pseudo escritor, que se limita a contar sus miserias ¡Qué triste tu vida loco! Yo al menos ya estoy muerto, pero vos pensás que podés ser un buen escritor. Los únicos que te pueden leer son los borrachos sin esperanzas, como vos, o algún traumado, que tuvo padres ebrios.
—¡No, basta! Yo soy capaz de contar historias buenas, que traigan paz y esperanzas, porqué a pesar de todo sigo creyendo en el amor y la vida. Mis malas experiencias, pueden ser una lección para quien atraviese dificultades, les puedo dar mensajes positivos, para que vean que la vida no es una mierda, la vida es hermosa, hay que ser fuertes y valientes.
—¡Uf sí, como vos! A ver, escribí: JA JA JA, qué cursi que sos compadre. No podés escribir cosas lindas y agradables. No es lo tuyo, nadie te va a creer.
—¿Ah no? Mirá:
El paisaje
“Victor Green juntó las leñas, que estuvo cortando desde temprano, se dirige a su casa, por el medio del bosque nevado, esos colores fríos y el poderoso blanco le daban una vista hermosa, detrás de su casa, chica, pero bien hecha, se veían una hilera de montañas imponentes; su corazón se ampliaba de gozo.

Entra, a la casa, con cuidado, para no despertar a su esposa, al menos no todavía, primero hace el fuego, unas chocolatadas caliente, entonces sí, la despierta con unos besos, se levantan desayunan juntos, al lado de la chimenea. Víctor suspira, con una sonrisa imborrable, abrazando a su bella mujer, la mira, sus mejillas y nariz colorada, después mira por la ventana, ve la nieve caer, adornando el majestuoso paisaje, recuerda las adversidades que pasó en su vida, pero hoy Víctor es feliz. El pasado lleno de heridas y cicatrices, y el presente un ungüento de amor y paz.”

—Bien ahí loco, estuviste bien. Ahora esperemos que puedas publicarlo, si es que te recuperas de la tremenda resaca... ¡Eu, che! Borrachín, eh, contestame ¡Eu!

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⏰ Última actualización: Apr 03, 2022 ⏰

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