Un poco de claridad

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Los Miles de recuerdos lo rodeaban.

Recordó su infancia, como era un niño feliz, con sus dos padres.

      — ¡Papá ven a jugar damas chinas!

Su padre, un hombre de peinado corto y flequillo corto, con los rasgos típicos de un japonés pero ligeramente moreno, le tomo su rostro y le sonrió.

      — En la noche jugamos, papá tiene que trabajar.

     »— Recuerdo que mi relación con mi padre era muy bonita, jugábamos de todo, aunque yo siempre tenía interés en cosas más intelectuales, siempre decía que iba a ser una persona que sería un gran estudioso. No sé equivoco pero podría decir que además soy un activista.

Akihiro se quedó mirando a su ventana, desde la mañana, tarde, anochecer y finalmente la noche. Es ahí que unos hombres tocaron y Haruko abrió.

Ella al escuchar las palabras, rompió en llanto. Akihiro se levantó y la miró. En inmediato ella dió una sonrisa falsa, puesto que ocultaba su llanto.

      — Papi... Se fue a un lugar a trabajar, creo que quedar ahí por mucho tiempo.

Era la primera vez que ella me mentía.

En la escuela, quedé con esa idea hasta que me comentaron la verdad de los hecho, sobretodo mencionado por los padres de sus compañeros, entonces entendió sobre la muerte.

Nunca le reprochó nada a su mamá, pero entonces quedó en una actitud reservada y callada, hasta que conoció a Yuu. Quien comprendió su pesar, y tomó su mano para jalarlo hacia los juegos del parque.

       — ¿Cómo te llamas?

Se pararon y se le quedó mirando, dió una risa nerviosa.

       — Soy Yuu... Es un gusto... Yo solo quería ayudarte en tu situación... Todos los niños se burlan de ti, solamente quiero ayudar.

Akihiro se le quedó mirando. Yuu entendió aquella mirada, sabía que estaba aceptando su compañía.

         — Akihiro.

La visión se volvió a romper y quedó otra vez en bucle.

Pero no podía salir del bucle aún así, el estaba flotando en el espacio, intentó con su poder lograr hacer algo, pero fue succionado por una fuerza inexplicable.

Finalmente termino en el mar, pero ahora siendo observado por un chico. Lo veía un poco borroso.

      — ¿Señor se encuentra bien?

      — ¿Señor?

Akihiro dió un quejido y se levantó del lugar.

     —  Fíjate a quien le dices señor, tengo 25 años.

Entonces ya lo pudo ver claridad, era Yuu ¿Cómo era posible?

El chico estaba algo confundido puesto que lo había encontrado y le tocó el rostro.

     —  Pues no se, pero dejé de estar aquí o será considerado vagabundo.

El comentario era demasiado molesto, pero lo pasó por la sorpresa.

       — ¿Y sabes dónde estamos?

      —  También estoy perdido.

Akihiro levantó una ceja y se levantó, sacudiendo la arena y terminó acompañando al niño hacia la cuidad.

Akihiro estaba sorprendido, había gente en la cuidad y lo curioso es que era el lugar donde vivía en Inglaterra. Yuu estaba algo confundido y miraba con un poco de preocupación.

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