00.03

3.1K 555 65
                                    

Llegar a casa después de horas y horas de ensayos y practicas, más horas en su oficina, más horas frente al teclado de su estudio, música en repetición sin fin mie tras deciden qué tono de voz, quién canta qué, que pasos son mejores para la coreografía, Yoongi siente alivio inmediato cuando cruza el umbral de la puerta del departamento.

Tan pronto como se quita los zapatos, su cuerpo comienza a relajarse, sus músculos aún tensos reclaman, sus piernas duelen de repente, como si recién se dieran cuenta de que no dan para más.

Lo primero que hace es sentarse en el sofá mirando a la pared, casi sin prestar atención al resto de los chicos dispersándose a su alrededor. Jimin, sin embargo, lo imita.

Se deja caer en el sofá, de la forma menos estética posible, con un largo suspiro. Pero se pega a Yoongi. Tiene todo el largo del enorme sofá que comparten los siete, pero el elije estar pegado a su costado. Se inclina un poco y se remueve hasta que encuentra una posición en la que está cómodo, como acurrucado a su lado, el rostro oculto en su cuello.

Yoongi aun contempla la pared, terriblemente consciente de la decisión de Jimin de pegarse a él, y al mismo tiempo su mente divaga en su cansancio. "Estoy agotado. Debería ducharme. Dios, sólo quiero dormir."

Odia esos momentos en que el trabajo consume tanto de él que no tiene tiempo ni de mirar su celular.

—Estoy agotado —murmura el menor en su cuello. Yoongi parpadea.

—También yo —suspira. Repentinamente es consciente de la respiración caliente del menor en su cuello, y sin siquiera pensarlo lleva su mano al muslo del menor, tan arriba que casi toca la unión de su entrepierna. Aprieta suavemente.

Jimin emite un suave quejido: —Mmhh... — se remueve, acaricia su cuello con la punta de la nariz, y vuelve a su lugar.—Debería ducharme —insiste.

A lo que Yoongi responde: —Yo también.

En medio de su agotamiento, saborea la dulzura de tener el cuerpo del menor pegado al suyo, el calor que brinda, la pesadez que lo ancla a tierra.

Aprieta de nuevo su muslo. Y Jimin coloca una mano sobre la suya.

Ha pasado mucho tiempo desde la primera vez que Yoongi tocó a Jimin con tanta naturalidad. Le costó. De sus amigos, él parece ser quién más difícil encuentra las interacciones y el contacto con los demás.

Jimin le inspira confianza, siempre lo hizo. Pero él es demasiado tímido.

Y sin embargo aquí esta. Han pasado años. Y puede tocar a jimin con tanta naturalidad como con la que toca el piano. Aprieta de nuevo, Jimin toma su mano, la lleva a sus labios y la besa con suavidad antes de apoyarla en su pecho.

—Deberíamos bañarnos.
—Sí.

Ninguno se mueve, y Jimin bufa mientras se ríe. —A este paso no vamos a estar limpios ni en cama pronto —Dice, como si no fuera obvio.

Yoongi cierra los ojos y suspira echándo su cabeza hacia atrás. —Sueño —contesta.

Casi puede sentir a Jimin rodando los ojos. El menor se pega más a él, acaricia su mejilla con la punta de la nariz, y Yoongi siente su corazón subir la frecuencia de sus latidos.

—Vamos —susurra sin despegarse—Duchémonos así podemos irnos a la cama.

Yoongi ni siquiera tiene tiempo de procesar la información. Jimin se levanta y tira de él hasta que consigue que se levante. Y luego, aún tomando su mano, lo guía por el departamento. Es entonces que Yoongi se da cuenta que ese "duchémonos" no se refiere a cada uno es su baño, se refiere a Jimin arrastrándolo a ambos al baño de su habitación donde planea que ambos estén desnudos juntos en la pequeña ducha.

Su cabeza hace corto circuito. Ellos no hacen eso. Jimin lo ha hecho con Taehyung y Jungkook alguna vez, pero no con Yoongi. Nunca con Yoongi. ¿Por qué ellos harían eso? No tienen ese tipo de intimidad.

Bueno. No la tenían.

Cuando Jimin entra en el baño, ni se molesta en mirarlo, sólo se acerca a la ducha y la enciende. Y comienza a desvestirse dándole la espalda. Yoongi sólo puede devorarlo con la mirada. Su cuerpo tonificado, piel levemente bronceada, el tatuaje en su nuca, a Yoongi se le hace agua la boca.

No es raro, ni nuevo. Incluso Jimin es consciente de la mucho que Yoongi lo mira.

Cuando Jimin siente frío en su espalda desnunda, se voltea y suavemente murmura: —Cierra la puerta.

Y Yoongi lo hace. Decide apagar su cerebro mientras sigue a Jimin dentro del pequeño cubículo.
Cierra la puerta, y comienza a desvestirse.
Es apretado, algo incómodo, pero ninguno se queja.

Yoongi cierra los ojos debajo de la ducha, dejando que el agua se lleve los retazos que quedaron del día en su cuerpo. Se relaja y suspira.

Siente la mirada de Jimin en él, intenta desesperadamente ignorar la necesidad de mirar también. Pero entonces siente la mano suave de Jimin en su pecho desnudo, la frente del menor sobre la suya. Y cuando abre los ojos, se encuentra con la mirada tierna y adormecida de Jimin, y un delicioso cosquilleo lo recorre de pies a cabeza.

No puede evitarlo, deja un beso en su mejilla, y otra cadena de besos al costado de su cuello y hombro. Siente el cuerpo de Jimin temblar, y se queda allí, ojos cerrados, labios sobre su piel, esperando no haber cruzado un límite. Culpando a su agotamiento por su comportamiento descuidado e impulsivo.

Entonces es Jimin quien besa su cuello, y le acaricia el cabello. Es turno de Yoongi de temblar de satisfacción, una vez más el exquisito cosquilleo lo invade. Yoongi lo ignora lo mejor que puede.

Luego de un momento se enjabonan, se lavan el cabello, y finalmente salen del baño una vez secos.

Ya en el cuarto de Jimin, este le da una camiseta para dormir y unos bóxer a Yoongi. Él los recibe y se los pone sin siquiera pensarlo. Y cuando el menor lo arrastra a su cama, no lo duda, se mete bajo las sábanas y se envuelve alrededor de él, bañándose en su calidez, incapaz de no dejar otra lluvia de besos en la piel a su alcance. Y Jimin sólo se deja hacer,  acomodándose para que sus cuerpos estén tan juntos que no saben donde termina uno y donde comienza el otro.

—Buenas noches, Yoongi.

Yoongi cierra los ojos y suspira. —Buenas noches.

Bañarse juntos se vuelve una rutina a partir de entonces.

Lushi ♡

Noche ; ymDonde viven las historias. Descúbrelo ahora