Our Secret (Nico di Angelo)

Capítulo único

Jason Grace caminaba hacia el Campamento Mestizo con una nueva mestiza a su lado.

Su nombre era Elizabeth Black, de cabellos rubios y ojos rojos como el fuego, y no, no usaba lentillas.

La chica intimidaba un poco a Jason, pues tenía su aire misterioso y permanecía callada con la mirada al frente, estudiando todo lo que veía sin escuchar lo que Jason decía.

Finalmente llegaron a su destino, y Elizabeth no podía parar de pensar en un nombre.

<<¿Estará aquí?¿Es este el lugar a donde siempre venía?>>se cuestionaba.

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Era ya de noche, Elizabeth se había arreglado lo más decente que podía.Y por supuesto que no se puso un vestido, esas cosas del demonio la incomodaban casi tanto como los zapatos de más de 3cm de alto.

¿Y por qué se había arreglado?Pues hoy celebrarían la caída de Gea, la madre Tierra.

Era su primer noche en el Campamento y no estaba para nada nerviosa, no era una chica cursi de una historia cliché.

<<A la mierda lo que digan los otros, su opinión se la pasan bien por donde no les da el sol>>

Salió de la cabaña de Hermes y entró a comedor.

Oh, olvidé mencionar que los dioses estaban ahí, lo siento, el THDA.

Todos y cada uno de ellos la voltearon a ver.

Hades le sonrió y movió los labios diciendo "Él está aquí".

Sonrió un poco sin poder evitarlo.

Miró hacia todos lados y divisó unos cabellos azabaches a lo lejos.Rodó los ojos, no se había quitado aquella vieja chaqueta de aviador que tanto le gustaba.

-¡Nico!-exclamó.

El nombrado se giró y la vio.

Seguía igual que siempre, sus cabellos revueltos, sus ojos negros indiferentes a los que lo rodeaban, pero una chispa de alegría los inundaban.

Así le gustaba.

-Elizabeth..-murmuró.

Hizo un viaje sombra y se apareció frente a ella.

-No puedo creer que he vuelto a verte-dijo con voz algo grave.

-Yo tampoco, pero aquí estamos ¿no?

Nico sorpresivamente sonrió.

Se acercó y unió sus labios con los de su novia.Pasó las manos a su cuello y él a su cintura.

No se habían visto en meses, y deseaban encontrarse más que nada.

Al separarse las reacciones de todos eran diferentes.

Zeus los miraba con el ceño fruncido.

Poseidón le dio una mirada llena de curiosidad.

Hades sonrió junto a un hombre que parecía un ángel.

Hermes y Apolo reían por la cara de Ares que no tenía precio, era de horror total y trataba de alejar a Afrodita que sollozaba de felicidad abrazada a él repitiendo "Son mi nuevo OTP".

Hesfesto siguió construyendo su lo-que-sea-que-fuere sin prestar atención.

Atenea negaba con la cabeza en forma de desaprobación.

Artemisa tenía una mueca de disgusto en el rostro junto a sus cazadoras.

Dionisio rodó los ojos con fastidio y siguió leyendo su revista.