1°- DÍA. LAS INVITACIONES.

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-Me levanté temprano para preparar el desayuno para mí y mi hijo, no tuve pesadillas a pesar de la horrible visión que tuve.  Mi hijo se levantó temprano para irse rápido a la escuela.

Me quedé sola toda la tarde limpiando la casa, no me llevo todo el día como se acostumbra pues siempre mantengo limpia la casa. Tomé un baño y al terminar me vi en el espejo, siempre he sido una chica muy bella desde que tenía 4 años tuve una belleza sin igual, cuando estaba en la preparatoria tuve muchos pretendientes pero yo siempre tuve problemas para socializar con los demás. Creí que todo había acabado cuando termine la universidad pero cuando cumplí 25 años mi cuerpo cambio por completo, ahora ya no tenía una cara bonita sino que también mi cuerpo se había vuelto más sexy.

Al principio me gustó que tuviera un cuerpazo como las modelos en traje de baño pero luego me di cuenta que esto me traería problemas como el que ahora enfrentó.

Fui a comprar las cosas para la comida, siempre tengo que ir en auto pues donde yo vivo está algo lejos del vecindario. Lo que pasa es que luego de la muerte de mi esposo me mudé a un lugar apartado, la se ubica en medio de un bosque o parque, hay una clase de camino que conecta mi casa con el resto de mi calle, caminando por dicho sendero tardas como una hora, por esa razón casi nadie nos visita, además de que soy algo reservada y tal vez por esa razón mi hijo se volvió alguien independiente.

Llegué al supermercado y compré lo necesario para la comida de hoy. Al regresar a la casa me puse a limpiar la casa, limpiar los muebles, lavar los trastes y preparar la comida para mí hijo, pero antes tome mi teléfono y le marque a una amiga, sonó el tono de espera y luego de un momento respondió.

¿Miranda eres tú?-Habló una mujer a través del teléfono.

-Teresa-Le dije-Hola ¿Como has estado?.

-Bien, pero y tú es inusual que llames ¿Sucedió algo?-Teresa siempre fue muy perspicaz, ella parece tener un sexto sentido en cuanto a problemas se refiere, ha sido mí amiga desde que éramos niñas y siempre supo como resolver cualquier problema incluyendo aquellos que involucren a mis visiones.

-Solo quería saber si puedo ir a tu casa.

-Ah. Claro ¿Porque no? Puedes ir el día que quieras Miranda-Respire aliviada.

-¿Puedo ir mañana?-Pensé que tal vez fui muy precipitada pero ¡Oye mi bienestar está en apuros! No estoy para tomarme mi tiempo en formalidades.

-Emm claro ¿Como a que hora?-Ella se oía muy desconcertada pero acepto de inmediato.

-En la tarde como a las 4:00 ¿Te parece?-Le dije.

-De acuerdo oye Mira-Ese es un apodó me decía de joven.

-Si Teresa-La voz de Teresa se puso sería de la nada.

-Tuviste una visión bastante perturbadora ¿No es así?-Como siempre ella dio en el blanco.

-Si. Algo parecido.

-Bueno, a las 4 entonces.

Tiempo después llegó mi hijo, el asiste a la escuela matutina por lo que se va en la mañana como a las 8 y regresa a las 2. El había llegado y se notaba muy feliz, cosa rara pues el siempre llegaba  algo desanimado de la escuela. No es que sea malo es bueno que este feliz a qué todo el día se la pase decaído casi rayando en lo depresión a verlo feliz.

-Hola mamá ya llegué-Dijo enérgico mientras se quitaba los tenis y la mochila.

-Hola hijo ¿Te divertiste?-Le dije.

-Si mamá. Ah  por cierto traje a alguien-Me sorprendí por lo que dijo, no sabía que había traído a otra persona con el ¿Quien era? Pero luego supe quién era.

-Tu casa si que está lejos, ya veo porque a veces llegas todo sudado a la escuela-Dijo Kei al llegar a la casa-Lamento la intromisión señora, su hijo fue bastante insistente en que yo viniera a la casa.

-No te preocupes está bien ¿Tus padres saben qué estarás aquí?-Le pregunte a Kei.

-No se preocupe señora ellos no sabrán de mi ausencia. De hecho ellos nunca saben si estoy en casa-Eso que dijo Kei me llamo mucho la atención.

-Disculpa que dijiste-Le dije algo desconcertada.

-Que ya les dije que llegaré después-No le tomé mucha importancia.

-Bueno hay suficiente comida para todos, yo tengo que ver a una amiga, llegaré más tarde, cuídense y no hagan travesuras-Les dije mientras me preparaba para salir.

-No te preocupes mamá estaremos bien-Dijo mi hijo.

-No se preocupe señora estaremos bien y estoy segura que su comida estará exquisita-Kei hizo una reverencia mientras tomaba mi mano.

-Si, la comida que hice es muy deliciosa les encantará-De nuevo noté que el miraba de una extraña manera como si pasara a través de mi.

-Quiero comérmela-Susurro aunque no lo escuche.

-¿Que la dijiste?

-Que quiero comerme la comida-Dijo el ya con su actitud habitual.

-Ah de acuerdo, bueno los veo luego cuídense y pórtense bien-Dije para salir a ver a Teresa. Kei es un chico bastante inusual pero se que es buen chico, por algo es el amigo de mi hijo.

No pasó nada más por el resto del día Kei se fue a su casa y al siguiente día después de mi hijo se fuera a la escuela yo me dirigí a la casa de mi amiga.

Ahora me dirijo a la casa de Teresa a encontrar una solución.

Y pensar que lo hacía era simplemente condenarme a mi destino, realmente mi vida  cambiaría. Y no de la mejor manera.

CUENTOS DE UNA LUJURIA DESENFRENADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora