Lunes, comienzo de semana.
Killian se encontraba sentado en la cocina desayunando tranquilamente, escuchando todas las preparaciones de Alice. Edward, a su lado, masticaba sin mucho afán una tostada mientras descansaba la cabeza sobre su mano y mostraba una expresión poco entusiasta al enorme plan de su hermana.
—... y cuando estemos todos juntos, le entregaremos el resto de los regalos —terminó por decir la vidente.
Teniendo la boca aún llena y sus mejillas infladas debido a la comida, Killian asintió entusiasta ante la idea de Alice. El vampiro suspiró derrotado, su hermana había encontrado a alguien que la siguiera en todas sus hazañas.
Tras el desayuno, Alice obligó a ambos varones a esperarla frente a la casa mientras ella iba en busca del regalo que Bella debía utilizar para esa noche.
—¿Sabes que Alice nos hará vestir como si fuéramos a una gala, no?
La voz de Edward hizo que Killian se girara para mirarlo.
—Lo sé. Alice y yo elegimos vuestra ropa juntos —contestó el humano con una sonrisa.
Edward lo miró algo perplejo ante la afirmación. En definitiva, Alice sin duda había encontrado a la persona perfecta para sus ideas.
—¿Nos vamos? —preguntó la vidente cuando regresó con una pequeña caja cuadrada envuelta en papel plateado en las manos. Edward no dijo nada y se limitó a subirse a su coche antes de encender el motor y partir—. Al menos que conteste... Bueno. ¿Nos vamos, Killian?
El humano asintió y trotó hasta el coche, moviendo las llaves del vehículo en su mano antes de abrirlo y adentrarse en él. Alice lo siguió con el mismo entusiasmo. Se notaba que ambos habían amanecido de buen humor. El camino de ida fue un repaso intenso de lo planificado para esa noche, ella decía algunas cosas y él las terminaba por confirmar. Ella quería que todo fuera perfecto y él había accedido a ayudarla en eso.
Fuera no llovía, más la constante humedad se mantenía. El aire se sentía pesado gracias al calor, por lo que Killian tuvo que subir las ventanillas y encender el aire acondicionado del vehículo. Gracias a eso, llegaron a su destino sin ninguna complicación ni incomodidad; El aparcamiento se encontraba medianamente lleno, aún no había demasiados alumnos. El coche de Edward se encontraba aparcado en la aparte más alejada del aparcamiento por lo que condujo hacia allí y detuvo el coche a su lado. Alice había saltado fuera del vehículo como un resorte en el momento que apagó el motor.
—¿Ha llegado? —preguntó la fémina.
Killian se bajó y cerró el vehículo tras tomar su mochila.
—¿La ves aquí? —preguntó el cobrizo de la misma manera.
—Allí viene —señaló el humano, entrometiéndose en la conversación.
Edward se quedó inmóvil, recostado contra su pulido Volvo plateado. La vampiro se rió de él antes de colocarse a su lado. Killian miró a ambos hermanos antes de colocarse junto a ellos y esperar a que la tan esperada cumpleañera se acercara a ellos. Alice sostuvo el regalo junto a su pecho y Killian pudo ver como el rostro de Bella se volvía apático cuando lo vio. El humano movió disimuladamente su mano y regresó el pequeño obsequio entre sus dedos a su bolsillo. Quizá sea mejor dárselo junto al resto más tarde.
Aunque su expresión tembló, pronto se recompuso y sonrió hacia Bella, ignorante de la expresión conflictiva del lector de mentes en él.
Alice saltó hacia delante para encontrarse con Bella; su cara de duende resplandecía bajo el puntiagudo pelo negro.
—¡Feliz cumpleaños, Bella!
—¡Shhh! —mandó ella mientras miraba alrededor del aparcamiento para cerciorarse de que nadie la había oído.
ESTÁS LEYENDO
OJOS ROJOS; twilight
FanfictionEn donde los Cullen confunden a un humano normal con un ser extraño y sobrenatural. [Comentarios de spoiler serán eliminados. Por favor, no arruinen la experiencia a otros lectores] Comienzo: Diciembre 3, 2021 Finalización: -/-/-- Word count: ---