7°-DIA. LA HORA PROMETIDA; PRIMER ACTO.

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Era de mañana y mi hijo no estaba, supongo que se fue temprano pues quedó de jugar en la casa de Kei a primera hora, estos niños tienen mucha energía para levantarse temprano y jugar. Me vestí para empezar mi día, preparé mi desayuno y limpié la casa.

-¿Por qué tengo el presentimiento de que algo va a pasar hoy y no será común y cualquiera? Bueno, espero que sea algo bueno, necesito buena suerte para empezar bien el día-Fue lo que dije para mis adentros mientras limpiaba.

Luego de un rato estando limpiando escuché que alguien tocó la puerta, fui a abrirla y me encontré con Kei, me sorprendí ya que se supone que Kei  estaba con mi hijo. De igual forma lo saludé con felicidad pues mi hijo por fin tenía un amigo que siempre iba a estar con el.

-Hola ¿No se supone que hoy estarías con mí hijo?

-Ehh si, es solo que el me dijo que olvidó algo y bueno yo me ofrecí a traerlo-Dijo el algo nervioso, nunca lo he visto nervioso. Bueno creo que todos tienen algo de nerviosismo en su interior (yo en lo personal tengo mucho).

-Y tu Miranda ¿Vas a salir hoy?-Pregunto inquieto como si estuviera impaciente, pero ¿Por qué?

-No, me quedaré todo el día aquí.

-¿En serio no saldrá?

-Si además ya resolví un importante problema ayer así que no creo volver a tener ese tipo de problemas nunca más o al menos no en un largo tiempo.

-¿De verdad creé eso?-Pregunto de forma extraña.

-Si ¿Por qué la pregunta?.

-Simple curiosidad. Me alegro que este bien Miranda.

-Gracias corazón-Le dije con cariño, no había logrado hacer esto sin la ayuda de Kei de verdad es un buen chico. Me alegra que sea el mejor amigo de mi hijo.

-Y ¿Alguien más estará aquí hoy?-Pregunto de la nada pero parecía ser lo más quería saber.

-No, nadie vendrá hoy ¿Porque tanta insistencia?-Kei realmente está actuando algo extraño hoy pero se le entiende ya que debería estar con mi hijo o al menos eso pienso.

-Ah por nada-Dijo mientras caminaba en círculos por la sala-Es solo que hay algo que tengo que hacer aquí y realmente no quiero visitas inesperadas.

-Uhh, ¿Algo misterioso?

-Algo así.

-¿Es una sorpresa para Magnus?

-Tal vez-Respondió Kei con una sonrisa.

-Si es así cuenta conmigo-Le dije mientras me inclinaba, dándole la espalda para sacar algo de un cajón.

-Si necesitas mi ayuda eres libre de pedirla-Le dije mientras me paraba e iba a la cocina.

-Ohhh por supuesto que me puede ayudar-Dijo Kei con una sonrisa algo siniestra mientras tomaba un banquillo y lo dejo en el pasillo, pero el que se vea así no significa que sea siniestra-Realmente necesitaré su ayuda y no se preocupe yo me haré cargo de todo-Dijo mientras se acercó atrás de mi.

De la nada y sin ningún aviso Kei me  tomó de la cintura me levanto por los aires llevándome por el pasillo hacia el baño. Lo hizo tan sorpresivo y tan rápido que no pude percatarme de lo que hacía hasta después.

-Oooye ¿Que estas haciendo?-Me sorprendí al ver cómo el podía cargarme, sabía que era fuerte pero no tanto.

-Haciendo lo que vine a hacer y no se preocupe yo me hago cargo de todo-Dijo mientras me bajaba y me ponía contra la pared pero sujetaba fuertemente mi cintura-Bien empecemos.

CUENTOS DE UNA LUJURIA DESENFRENADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora