Por diez minutos Kei me manoseo estando desnuda. Movía sus manos acariciando mis pechos, juntándolos y pellizcándolos, provocando que soltará gemidos y me sintiera sin fuerzas. Me llevo al baño, intentaba moverme pero mi cuerpo no me respondía solo era cargada al baño y Kei apoyo en la pared y procedió a tocarme en todo el cuerpo, sus manos recorrían mis muslos y piernas, mi cintura y acariciaba mi vientre amenazando con tocar mi parte íntima.
-Tiene una piel muy suave, me preguntó que se sentirá tocar ahí dentro-Decía Kei mientras Hacia círculos con sus dedos en mi vientre y bajando cada vez más a mi parte íntima.
-N-no, no lo hagas-Le dije temerosa-Esto está mal, tu eres un niño y yo una adulta. Este tipo de actos no está permitido
-Tranquila, he practicado, te haré sentir en el paraíso.
-No lo hagas, si lo haces te denunciaré.
-Tal vez pero hoy serás mi mujer
Me metió un dedo y me acarició, solté muchos gemidos, realmente estaba pasando, Kei un chico muy amable y honesto estaba tocándome en mi parte íntima.
-¡Ah! ¡No, basta! ¡Déjame, no me toques ahí!-Le imploraba mientras el solo con su dedo me tocaba adentro.
-Wooh, se siente genial ¿Qué pasa? ¿Le gusta? Yo creo que le gusta, tranquila, esto la dejará satisfecha-Kei se divertía al hacerme gemir, a mi, la madre de su mejor amigo.
Me estaba tratando como si fuera un juguete, me manoseaba la vagina con tanta energía que no paraba de gemir, estoy segura que mis gemidos se escuchaban por toda la casa y fue tanto lo que me hizo ahí que perdí fuerzas en las piernas y me puse de rodillas, Kei me soltó, pude escapar pero no tenía fuerzas para moverme y Kei lo sabía.
-Vaya, realmente soy muy bueno en esto. Si le soy honesto es la primera vez que le hago esto a una adulta o a una mujer, la situación correcta sería primera vez-Dijo mientras se alejaba y hacía unos estiramientos.
-Yaa te diivertiste ahora veete-No puedo permitir que ese futuro pasé. No estoy atada ni estoy en una habitación de hotel, puedo con el, puedo salir de aquí, puedo evitar que esto pase a mayores pero mientras intentaba levantarme el clavo su mirada en mi trasero.-Bien ya calenté y usted parece estar lista para lo que viene, es hora del evento principal, prepárate Miranda porque te haré mujer ahora-Se puso en frente de mi y me mostró su pene, a pesar de ser un niño lo tenía bastante grande, no se porque pero al verlo sentí una intimidación como si Kei me dominará.
El aprovechó que estaba de rodillas y me tomo de la cintura, me puso en frente de el, me hizo ponerme de gatas y me levanto el trasero. Me había puesto en cuatro.
-Desde el día en que la vi por primera vez supe que esto pasaría, qué vería su escultural cuerpo desnudo en esta posición y hoy la haré mujer nuevamente, no sabe cuánto veces la imagine poniéndose en cuatro y hoy por fin la haré mía-Decía Kei mientras acercaba su miembro a mis nalgas rozándolas.
-¿Qué vas a hacer? Detente, no puedes hacer esto, por favor déjame ir-Le dije pero el no me escuchaba quise moverme pero el me impedía levantarme. Sus manos tocaban mi trasero y me lo acomodaba, yo quería salir de aquí pero no tenía casi nada de fuerza en las piernas y brazos.
-Su trasero es muy sensual, dan ganas de comérselo, estoy seguro que todos los hombres la miran con morbo cuando sale a la calle. Pero a diferencia de esos hombres yo haré algo más que mirarla. La voy a bombear-Mientras decía eso su miembro se dirigió a mi trasero con la obvia intención de metérmelo por la vagina.
-“Lo hará, lo hará, lo hará, lo hará, va a violarme”-Era todo lo que podía pensar al sentir su miembro rozar mis nalgas.
-sabe, de cierta manera, está es la primera vez que realmente voy con todo, después de todo soy virgen y quiero que seas mi primera vez. Te voy a bombear como si fueras adolescente.
-¡NO, DETENTE PARA POR FAVOR NO ME LO METAS!-Fue lo último que dije antes de que se hiciera para atrás y de un golpe me lo metiera.
-¡Ahora serás mi mujer!-Dijo al introducir su pene en mi con una sonrisa. Lo sentí, sentía como su pene se metía en mi interior, el miembro de un niño de 13 años estaba adentro de mi, me había ultrajado un niño había cometido un crimen sexual y yo era la víctima.
El me lo metió, el pene de un niño de 1°- de secundaria estaba dentro de mi, de una mujer de 26 años, había empezado, un niño de 13 años había empezado a violarme.
-¡OHHHHH DIOS!-Dije al sentirlo dentro de mi. Kei comenzó a darme pequeñas embestidas mientras yo no salía del impacto de saber y sentir que estoy siendo violada.
Sentí como me lo sacaba para luego volver a metérmelo, su pene estaba dentro de mi. Yo solo estaba impactada, sólo lo sentía como estaba adentro de mi.
-¡Ohhh si increíble!¡Lo hice!¡Te hecho mía. Me costó una semana pero te estoy haciendo el amor.
-¿Lo harás? ¿Realmente quieres violarme?-Le pregunte asustada mientras intentaba zafarme inútilmente pues ya era tarde.
-Yo no diría violarte sino hacerte el amor pero si así lo quieres llamar pues si, ahora disfrute muñeca, disfrute como vuelve a ser mujer, mi mujer-Dijo para seguir violándome. Mi visión ya era realidad y no quiero que esto pase.
Movía su cadera una y otra vez, estaba cogiéndome, el me estaba violando, al final estaba pasando, el futuro que temo y el cuál me esfuerce en evitar se cumplía. El amigo de mi hijo me estaba violando. Al final era el de quién tenía que cuidarme, de un simple niño ¿Como se supone que iba a sospechar de el? Supongo que eso lo hace aún inevitable, pero eso no signifique que no luché hasta el final.
-¡NOOOOO, SUELTAME!-Comencé a gritar pero poco a poco empezaba a gemir con cada penetración, cosa que Kei se percató y le gustó.
-Si vamos siga gimiendo, ahora es mía, tu desnudo cuerpo es de mi propiedad.
Kei el mejor amigo de mi hijo me esta violando.
Sus manos fueron a mis pechos y me los manoseo mientras continuaba embistiéndome con cada vez más fuerza me violaba en el baño de mi casa, a pesar de ser más pequeño su fuerza y la forma en como su pene entraba y salía de mi impedía que pudiera moverme. Realmente estaba pasando un niño de 13 años abusaba sexualmente de mi.
—¡No!,¡No!,¡No! Esto no puede estar pasando, ¡Ah! ¡Ayuda! ¡Que alguien me ayude! ¡Están violándome!—Grite estando desnuda, en cuatro, en el baño de mi casa y con niño de primaria el cual me violaba, a pesar de los fuertes gritos sabía que nadie me escucharía pues no tengo. Mi visión se ha cumplido y esto está lejos de terminar.
Y así es como comenzó el inicio de mí caída estaba comenzando.
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CUENTOS DE UNA LUJURIA DESENFRENADA.
Misteri / ThrillerCuando en una tranquila ciudad una serie de eventos convierten a unos niños en unos seres ansiosos de placer, el mundo pierde toda calma y el sitio se vuelve un campo de guerra, por mantener a las familias unidas. Una bendición se vuelve maldición y...