The Backrooms

- Todo pasó muy rápido, no sé cómo pasó, solo sé, que logré salir de ese lugar... de ese infierno, de esa pesadilla. - Exclamó fríamente un hombre, tal vez de 25 años, vestía con una camisa blanca manchada con muchos fluidos, encima, una especie de chaleco rasgado de color beige con muchos bolsillos, todos vacíos, estaba despeinado y desorientado, a punto de perder la cordura que le quedaba.

- Y... ¿en dónde estuviste para estar así? - Preguntó un oficial del FBI, uniformado y desconcertado de lo que acababa de decir ese hombre.

- ¿Qué en dónde estuve?, ¡ja!, ni yo sé con exactitud, solo sé cómo le decíamos, cómo lo llamábamos... "Los Backrooms". - Exclamo con pequeñas risas de locura.

- "Los... Backrooms"? - Repitió desconcertado el oficial.

- ¡Sí!, ¡esos lugares de los cuales puedes escuchar en internet, esos lugares en los que parece todo inventado por una comunidad que no tiene nada más productivo que hacer leyendas en internet! Estos sitios, son reales. Si no sabes que son, entonces vives bajo una piedra, tomando en cuenta de que literalmente eres del FBI. - Contesto el hombre

- Pues no, ya que eso fue de... - Intentó explicar el oficial.

- ¡Ja!, te lo resumo... - Interrumpió rápidamente el hombre - Los llamados "Backrooms" son lugares fuera de nuestra realidad, lugares que no usan las leyes físicas como las que conocemos, es imposible predecir donde hay un lugar, porque literalmente es un laberinto, no importa donde estés, todo siempre parecerá familiar, pero no lo es, cada sitio es diferente, y no se sabe si es infinito, o tiene un final; y ni hablar de las criaturas... esos malditos monstruos. Vi con mis propios ojos, cómo se llevaban a mis compañeros. No sé si siguen vivos, o si fueron devorados por esas criaturas -

- Y... ¿Cómo llegaste ahí? - Preguntó el oficial

- Es difícil de explicar - Respondió el hombre, cambiando drásticamente su expresión facial a una más arraigada al temor y al enojo, que a la locura - Fue un día normal, tenía 14 años, me había levantado más temprano que toda mi familia, y me decidí por levantarme e ir al baño, ¡ja! Esa fue mi peor decisión, justo cuando pasé por la puerta, cerré mis ojos para limpiar mis lagañas, pero cuando los volví a abrir... cuando los volví a abrir ¡Ja! - Gritó.

- ¿Qué fue lo que pasó? - Pregunto el oficial.

- ¡Todo había cambiado! Ya no estaba en mi casa, estaba en una especie de hotel barato, con paredes de tapices color amarillo, una alfombra verde empapada, las luces... agobiantes las cuales parpadeaban constantemente, te volvían loco con facilidad, aunque iluminaban la mayor parte del sitio, y mejor para mí, porque si hubiera sabido qué pasaba si se apagaban no hubiera pasado por un momento tan peligroso al inicio. - Exclamó el hombre. En su cara estaba claro que todo lo que decía era verdadero, había vivido una experiencia que lo dejó marcado.

- ¿Podrías explicar qué pasó? - Preguntó el oficial.

- Si quieres que cuente la historia completa entonces estaremos muchas horas en este interrogatorio - Le respondió el hombre.