Capítulo 29: Una maldición se cumple.

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No más de sesenta cultivadores de QingHe Nie y las sectas cercanas como Yunmeng o Bailing se reunían fuera de la barrera que rodeaba a la antigua ciudad sin noche, muchos de ellos eran discípulos juniors y sus respectivos maestros. Para cuando Wei WuXian y los demás llegaron, todo mundo estaba histérico por la señal rojiza que brillaba en el cielo nocturno.

—¿Qué hace ese sol en el cielo?.

Otro de los hombres que vestía túnicas grisáceas agregó al notar los pétalos de una peonia chispeante— ¿Y que me dicen de la peonia, acaso la secta Jin esta involucrada con QiShan Wen?.

—¡Debe ser eso!, si no ¿Porque otro motivo esa peonia estaría ahí?.  

—¡Líder de secta!— Un par de juniors en ropas moradas gritaron en alegría al ver a su líder arribar a la escena, con aquel suceso muchas de las miradas se apartaron de la barrera para ser llevadas al venerable Sandu ShengShou en su lugar. Jiang Cheng no prestó les atención siquiera y riño a sus discípulos frente a todos.

—¿¡Qué están esperando para derribar la barrera!?.

—Lo-lo intentamos. Pero es demasiado complejo, las matrices que...

—A un lado.

El patriarca YiLing ignoró a los jóvenes y fue directo hacia el frente. Muchos de los cultivadores no mencionaron palabra alguna y se apartaron de su camino, sin embargo, otros pocos susurraban palabras de desagrado hacia su persona.

—¿Qué hace él aquí?— uno de los ancianos de Yunmeng tuvo más valor y dijo en un tono claro para que llegara a Wei WuXian que no hizo más que de oídos sordos—Ja, ¿Es una coincidencia que el general fantasma, ese muchacho Wen acogido por los Lan y el patriarca estén aquí?.

—Eh, Anciano ¿¡Que quieres decir!?— JingYi se interpuso en el camino de ese vejestorio que se acercaba a su mejor amigo con altanería. SiZhui intentó tomarle por el brazo pero en un movimiento veloz, JingYi ya estaba libre de nuevo.

—¡Es muy obvio, ellos deben estar involucrados con lo que está pasando!.

—¡Pero que estup...

—Silencio.

Lan WangJi intervino solo para acallar a su discípulo y luego de eso permaneció tranquilo, en realidad no tenía ningún interés en discutir con ese o los demás cultivadores. El anciano de Yunmeng abrió su boca para seguir parloteando aunque un sonido estridente lo hizo parar.

Frente a todos, Wei WuXian demostraba una vez más lo innecesario que era subestimarlo.

No se necesitó más que un par de minutos para que el cultivador demoniaco lograra derribar la barrera que ni los mejores cultivadores de las sectas más destacadas lograron. La barrera rojiza fue fragmentándose en grietas amplias hasta llegar a la punta del domo en donde finalmente cedió y en un sonido aparatoso se desmoronó. Al interior, en diversos puntos una estela aparecía, al parecer era en donde las matrices que sostenían la barrera se ubicaban.

SiZhui fue el primero en montar su espada y salir aprisa, ignorando las advertencias de sus mayores. Jiang Cheng fue detrás de él no sin antes dirigirse al anciano de su secta.

—Iré por A-Ling... y luego me encargaré de ti.





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Jade Dorado (Zhuiling)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora