~Chris Evans Fanfic~
Sigue a la familia Evans por diferentes etapas y momentos en sus vidas.
Desde su boda hasta los cumpleaños.
Desde los accidentes hasta las reuniones en la escuela.
Desde las noches familiares hasta los castigos.
Desde las citas...
Me tardé un poquito, pido losiento, pero aja, se me hizo ocupada el resto de la tarde y la noche.
Espero que les guste 7u7
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Ajusto mi vestido frunciendo un poco el ceño al notar las arrugas, pero no hay mucho que pueda hacer por eso, al igual que por mi cabello, aunque una coleta tendrá que bastar para calmar los rizos alborotados.
Salgo del baño, lanzando un vistazo a la habitación notando que Kyle no está ahí, así que busco mi bolso, tomo mi teléfono para mirar la hora, haciendo una mueca cuando noto que debo apresurarme si quiero llegar a tiempo.
Escucho ruido fuera de la habitación y al salir sonrío al ver a Kyle moviéndose en la cocina, un olor bastante bueno saliendo del sartén.
—¿Te quedas a almorzar?
Se gira, sus ojos castaños son cálidos y amables, me mira con una sonrisa mientras señala levemente la comida.
—No puedo —intento no distraerme con su abdomen desnudo que no tiene reparos en mostrar y me acerco a él, acariciando su mejilla—. Pero acepto la invitación en la siguiente.
—Voy a cobrártelo —promete y se inclina para besarme suavemente, su mano toma mi cintura, acercándome hasta estar al ras de su cuerpo.
—Estaré esperándolo, entonces.
Atrapo sus labios en un rápido beso antes de alejarme, murmurando un adiós antes de salir de su departamento.
Sonrío como una tonta cuando entro al elevador, recordando cada momento de la noche anterior y esta mañana, parece que mi cabeza memorizó cada minuto y mi cuerpo parece haber escrito cada toque o roce compartido.
No había salido con nadie desde la universidad, claro que tuve unas pocas citas o besos subidos de tono luego de eso, pero nada lo suficientemente serio.
Kyle ha sido tan maravilloso desde que lo conocí cuando fue a buscar a su sobrina en la escuela, es considerado, tierno y; recién descubrí, que es bastante pasional, nuestras citas anteriores siempre habían terminado con él acompañándome a casa y mi estómago enloquecido de muy buena manera.
Fue hasta ayer por la noche que decidí que era el momento de subir un escalón más, y vaya que fue un buen escalón.
Él fue delicado pero no me trató como una muñeca a punto de romperse, sus besos me tenían volando y sus toques me estremecieron hasta que deseaba que la noche fuera interminable.
Pero fueron eso toques, besos y caricias lo que me tienen atrasada para compartir un almuerzo con Lisa Evans, con la cual he reconectado luego de habernos encontrado nuevamente.
