JOAQUÍN
¿Qué demonios había pasado? Mi cuerpo seguía hormigueando y ni siquiera podía pensar en las sensaciones extrañas que sucedían en mi um... área privada. Querido Dios, había estado a punto de hacerlo con Emilioallí mismo en el agua delante de todos.
—¿Estás listo? —preguntó Emilio a mi lado.
Asentí con la cabeza y esperé. Había pasado un tiempo, pero sabía lo que se sentía cuando estaba tirando de la cuerda justo la cantidad correcta. El motor en el barco volvió a la vida y Andrés salió disparado, lo que también había estado esperando.
Una vez estuve arriba, a salvo y sin tratar de lanzarme hacia adelante, al agua, me atreví a echar un vistazo a Emilio. Estaba sonriéndome con su aprobación y me apretó el pecho. Era tan hermoso. Cerró el espacio entre nosotros y me concentré en no perder el equilibrio recordándome que sabía lo que estaba haciendo. Sólo tenía que concentrarme en no moverme a la izquierda o a la derecha.
—Tienes esto —Me sonrió Emilio y luego se había ido. Miré mientras él salía, saltando la estela y volando aún más alto en el aire de lo que Azul había hecho antes de volver hacia abajo y sonreír como un niño pequeño mientras el grupo en el barco gritaba y gritaba. Ni siquiera me balanceé hacia la derecha. No me cabía duda de que caería si lo intentaba. Di rápidas ojeadas a Emilio mientras él seguía haciendo trucos en su lado de la embarcación.
Mis brazos estaban ardiendo y aferrarse era cada vez más difícil. Mordiendo mi labio inferior, traté de lidiar con el dolor.
—¿Te arden los brazos? —Emilio me llamó mientras se ponía a mi lado. Asentí con la cabeza, odiando poner fin a su diversión.
—Suelta la cuerda a la de tres —respondió y empezó a contar. Los dos soltamos nuestras cuerdas cuando él dijo tres y se hundieron lentamente en el agua.
—Bájate de tu tabla —dijo Emilio mientras él permanecía en su posición. Iba a ir otra vez sin mí. No me sentía tan mal ahora por necesitar haber parado.
El barco regresó a nosotros por el tiempo en que desataba la tabla de mis pies.
—Dale a Diego la tabla, luego ven aquí —instruyó Emilio y yo hice lo que me dijo. Tal vez necesitaba ayuda con algo.
—¿Vas otra vez? —gritó Diego desde su lugar en el barco. Emilio asintió.
—Sí, sus brazos estaban ardiendo.
—Siéntate en mi regazo y a horcajadas. Envuelve tus piernas alrededor de mi cintura y agárrate bien fuerte —dijo Emilio con una sonrisa maliciosa en sus ojos una vez que llegué a nado hasta él.
—¿Qué? ¿Por qué? —Tartamudeé confundido.
Soltó la cuerda con una mano y me indicó que me acercara
—Vamos, Joaquín Envuelve esas largas piernas alrededor de mi cintura. No dejaré que te hagas daño. Confía en mí.
Un grito y aplausos me distrajeron y me volví a mirar hacia atrás en el barco. Azul estaba muy contenta.
—¡Hazlo, Joaquín! He visto a Emilio hacer esto con Daniel muchas veces. —gritó Azul.
Me volví a Emilio
—Pero Daniel puede hacer trucos. Yo no puedo.—Todo lo que tienes que hacer es agarrarte fuerte a mí. Envuelve tus piernas y brazos alrededor de mí y yo me encargo del resto.
La emoción y el miedo lucharon entre sí cuando me rendí y deslicé mis piernas alrededor de su cintura y envolví mis brazos alrededor de su cuello.
—Hmmm... Esto es bueno —susurró Emilio en la curva de mi cuello.
Mi corazón comenzó a correr por una razón completamente diferente cuando el barco se puso en marcha. Apreté mi agarre sobre él y hundí mi cara en su hombro. Una risa sexy y caliente vibró dentro de su pecho. Nos levantamos y avanzamos antes de que pudiera pensar en otra cosa. Mis piernas se cerraron sobre su cintura con tanta fuerza que la excitación fuerte que había sentido antes, estaba ahora firmemente presionada contra mí.
—Ah, diablos —susurró en mi oído y pasé a preguntarme si pesaba demasiado o me aferraba demasiado apretado.
—Por favor, Joaquín, no te muevas. No puedo concentrarme cuando haces eso.
Tomé una respiración y me aparté para mirarlo. El brillo ardiendo en sus ojos envió mi cuerpo a un frenesí caliente.
—¿Te hago daño? —logré hilvanar.Emilio negó con la cabeza y me dio un beso en la frente.
—No de la forma que piensas. Espera, te voy a pasear un poco más.
Lo apreté de regreso y me obligué a mantener los ojos abiertos mientras giraba a la izquierda. En el momento en que estuvimos en el aire Di un grito ahogado de placer. Era tan liberador. Entonces estábamos de vuelta en el agua con tanta facilidad que no era aterrador en absoluto.
—¿Te gusta? —preguntó con la boca pegada a mi oído para que no tuviera que gritar.
—Fue divertido —le aseguré.
—Bueno, porque vamos más alto esta vez —respondió él y salíamos a la derecha y en el aire tan rápidamente que mi estómago revoloteo salvajemente.
—Oh, guau —suspiré al aterrizar en la tabla.
—Es increíble, ¿Verdad?
Luego desaceleramos y nos hundimos en el agua.—Gracias por confiar en mí —dijo, mientras nos sentamos en el agua para esperar que el barco volviera a buscarnos.
—Gracias por el paseo
***********************************************************************************************HASTA MAÑANA :)
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2.- YO SOY TUYO (EMILIACO) TERMINADA
FanfictionEl era el chico Osorio perfecto, buenos modales, todo un caballero pero no era mio, el era novio de mi primo Daniel, sin embargo luego de terminarlo por Eduardo ahora me dejaba el camino libre para conquistar a Emilio Osorio. SEGUNDA PARTE DE EL ES...