Sólo alcancé a terminar una tarea cuando escuché que se abría la cochera de la casa. Me estremecí y apuré a poner en pie corriendo a la ventana de mi habitación, pero no alcancé a ver quién había llegado, pues ya habían entrado a la cochera.
¿Axel?
Me apuré a salir de mi recamara, pero apenas iba bajando las escaleras cuando escuché a Samuel pidiéndole de favor a Hakon que subiera con Axel mientras él hacía una llamada. Y aunque había estado ansiando ver a Axel desde el mes pasado, ahora que podía, me acobardé.
Subí y me encerré en mi habitación sintiendo mi corazón muy agitado. Pasé mis ojos por mis paredes convencida de que algo andaba raro conmigo. No quería ver a Axel ¿era por qué me ponía nerviosa verlo por nuestro pasado? ¿o era por que seguía molesta por lo que hizo? ¿o yo era muy cobarde como para afrontar ver a la persona más fuerte del mundo lastimada? ¿Qué tan lastimado estaba?
-¿sabes dónde es tu habitación, campeón? -Escuché a Hakon. Ya debían estar en el segundo piso por lo que abrí un poco la puerta, pero no me asomé.
-Creo...que sí...-Quedé paralizada al reconocer la voz de Axel. Una sonrisa creció por mi cara.
-Llévame ahí. -Le pidió Hakon. Y cada vez los escuchaba más cerca, lo cual era extraño porque la habitación de Axel estaba justo frente a las escaleras, no debían de estarse moviendo por el pasillo hacia mi habitación. Y aún más extraño, los vi a ambos pasar frente a mi habitación, pero había sido rápido por lo que no pude ver bien a Axel. Me estremecí y apuré a ahora sí abrir mi puerta por completo para asomarme notándolos a ambos de espaldas a mí. Axel paró frente a una puerta. Miró a Hakon, quien dio un suspiro. Le asintió.
-Sí...buen trabajo, esa era tu habitación...hace once años. -Admitió Hakon. Yo di un confundido parpadeo por eso. Fui saliendo de mi habitación confundida.
-¿once años? -Preguntó Axel abriendo la puerta de esa habitación en la que Abellina se había estado hospedando antes. Se quedó quieto viendo la entrada.
-Esta no es mi habitación. -Dijo Axel finalmente. Hakon negó un poco.
-Ahora es la de invitados. -Le explicó bajo. Axel se volvió a asomar dentro de la recamara.
-Pero ¿entonces a donde me mandaron? -Preguntó confundido. Hakon miró hacia el pasillo para la habitación de Axel, pero quedó quieto al notarme tras ellos. Se estremeció y se apuró a hacerme una señal de que me fuera. Y parecía muy nervioso por lo que me estremecí también y me di la vuelta ¿Por qué me corría? No lo sabía, pero aun así hui a mi habitación.
-¡Oye! -Había sido Axel el que gritó por lo que me detuve de inmediato, y sin siquiera pensarlo me di la vuelta para verlo. Y él también se había dado la vuelta por lo que ya nos podíamos ver de frente. Quedé paralizada. Ni me pude acercar. Con la preocupación por lo de su memoria me había olvidado de sus otros golpes. Tenía el ojo derecho un poco hinchado y oscuro, un moretón bajando por su pómulo, y otro golpe en el labio inferior. Incluso traía el brazo inmovilizado con un cabestrillo.
-¿Axel? -Lo llamé un tanto asustada por encontrarlo en ese estado. Él dio unos confundidos parpadeos. Me fui acercando al querer verlo de cerca, pero él retrocedió un poco como si me temiera. Y eso me hizo parar de inmediato.
-¿Por qué te vas...? -Le pregunté sintiendo un dolor en mi pecho. Era decepción ¿Por qué no me dejaba acercarme?
Escuché a Hakon dando un suspiro. Lo miré notando que se sobaba la frente. Recordé que él había intentado que Axel no me viera desde un principio. Lo miré sin saber si quiera por dónde empezar mis preguntas. Él miró a Axel y puso su mano en el hombro de él.
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Mi Vida de Cristal (#4 Saga Cristal FINAL)
Chick-LitEmi empieza su último semestre en Hawtz, ella y Alec deben decidir a qué universidad atenderán, mientras a Axel lo acechará su pasado. La tragedia unirá las piezas de un corazón roto, pero a cambio se ha de romper otro. Esta es la parte final de la...