Diferente

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Mientras oscurecia en Nerima un artista marcial de ropas chinas y cabello en trenza, se preguntaba desde el techo de su casa, ¿qué había cambiado en ese tiempo? para que Akane su prometida lo tratara y actuara diferente.

-No entiendo ¿porqué se comporta tan amable?, desde hace aproximadamente tres meses Akane había cambiado mucho.

Y en efecto, al principio solo era que ya no se encelaba tanto cuando Ukyo, Kodashi, Shampoo o cualquier otra autoproclamada novia de Ranma viniera a saludarlo, después fue cambiando su trato a Ranma, se comportaba amable y muy paciente con él, ya no lo torturaba tanto con esos golpes que lo envían a volar por los cielos  de Nerima y de repente  un día dejó de usar ese martillo que tanto miedo le probocava a Ranma.
Todas las mañanas lo esperaba pacientemente para ir al instituto, no lo hacía sufrir con sus comidas y más al cambio, había practicado tanto que ya hasta le salían bien.

Ranma no podía entender nada, además también había dejado de acercarse a las persona, no dejaba que nadie la tocara, ni siquiera kasumi, su hermana mayor a quien tanto cariño le tiene.

-Ya no es la misma, ¿será que se cansó de mí, o talvez que volvió a prometer que no pelearia?, es que simplemente no lo entiendo.
Bien será mejor que entrene un poco, tal vez pueda pensar mejor.

Ranma bajo del techo y fue directo al dojo, al entrar vio a Akane delante del altar, con sus manos apoyadas en su abdomen viendo fijamente el altar.

-Esto si que es peculiar.

Pensó el artista marcial escondido detrás de la puerta, para que la peliazul no lo viera.

-¿Qué estará haciendo Akane?, ahora que lo pienso, llevo semanas sin verla entrenar y tampoco sale a correr, definitivamente algo está pasando con ella.

De pronto una lágrima rodó desde el  ojo de Akane hasta deslizarse sobre su mejilla y perderse en su barbilla, esto alertó al espectador que se encontraba oculto.

-¿Akane qué te sucede?

-Ranma, me asustaste, ¿qué pasó?

Respondió Akane, limpiando disimuladamente su rostro con la mano, aunque algo tarde ya que Ranma ya la había visto.

-Eso es lo que te pregunto yo, ¿porqué estas llorando?.

-¿De que hablas?, yo no estoy llorando.

-Si claro y ¿porqué caían lágrimas de tus ojos?.

-O vamos, ¿porqué dices eso?, estás viendo visiones.

-Yo no estoy ciego, vi perfectamente esas lágrimas.

-Ranma.

-No puedo creer que exista alguien en el mundo, que haga llorar a un marimacho pecho plano como tu.

Después de esas palabras, Ranma estaba esperando la típica reacción de Akane( gritos, insultos y un golpe que lo sacara del dojo), pero lo único que recibió fue una cálida y tierna sonrisa de su prometida, quien se dirigía al lugar donde él se encontraba, luego se detuvo justo a su lado, poso una mano sobre el hombro del artista marcial y salió hacia el interior de su casa perdiéndose de vista.

Ranma no lo podía creer,  ya no sabía que hacer, había usado sus mejores insultos y Akane no había reaccionado.

-¿Pero que esta pasando con Akane?, necesito saberlo.

Ranma estaba decidido a encararla, y a exigirle una explicación, ya que esta situación no podía continuar, así que entró a la casa rumbo al cuarto de Akane pero de camino el sr Soun lo detuvo para pedirle un favor.

-¡Ranma que bueno que te encuentro!.

-Lo siento estoy ocupado.

-Es importante, ¿podrías ir a buscar al maestro?.

-¿Al maestro?.

-Si, es que acabo de recibir una llamada y dicen que atraparon al ladrón de ro..

-Si ya entendí, pero ¿cómo es eso posible?

-Eso mismo es lo que yo quiero entender.

El maestro Hapopsai llevará varios meses fuera de la casa, se había ido con la excusa de encontrar una nueva técnica de combate, pero cada tanto tiempo recibían alguna alerta del ladrón de ropa íntima, así que estaban seguros que no andaba muy lejos o almenas eso era lo que pensaban.

-Esta bien.

Ranma salió de la casa rumbo a la plaza, aunque el asunto con Akane no había terminado, lo del maestro era algo que tenía que ver con sus propios ojos.

Al cabo de unas horas regreso y en efecto habían encerrado al maestro en una caja.

-¿Entonces era verdad?.

-Eso parece.

-¿Y cómo lo atraparon?.

Preguntaba el sr Tendo muy impresionado.

-Le tendieron una trapa.

-¿Cómo?

-Con ropa íntima y sake, lo emborracharon y cayó en una trampa.

-Bien tiene lógica, ¿cómo no había pensado en eso?.

-Si verdad.

-Y ya abriste la caja.

-Aun no.

-Pues bien, ¿qué esperamos?

Soun comenzó a habrir la caja, pero lo que salió  de ella fue un mapache de peluche, hecho con una bomba happodaikarin, la cual se prendió al contacto con la caja y exploto dando como resultado un Soun y un Ranma golpeados.

-Bien creo que era demasiado bonito para ser verdad.

-Ni que lo diga, bien iré a bañarme.

-Esta bien, yo limpiare todo este desastre.

Mientras Ranma subía noto que Akane se encontraba en el baño, aunque parecía estar enferma ya que no se escuchaba bien.

Ranma toco la puerta

-Akane ¿estás bien?.

-Siii, ya voy a salir.

-Bien, hey Nabiki que le sucede a Akane.

Le consulto a Nabiki, que justamente pasaba por el lugar.

-Dice que se indigesto con algo que comio en el instituto.

-Ya veo.

Finalmente Akane salió del baño.

-Y ¿cómo te sientes?, Nabiki me dijo que comiste algo.

-Si, no te preocupes estoy bien.

-Si no me preocupó por ti boba, es que pude haber comido lo mismo.

-Ahh ya veo, no tranquilo, no creo que comieras lo mismo.

Después de eso Akane se fue a su habitación y se encerro, mientras que Ranma entraba al baño.

-No puede ser que nada la altere.

La noche siguió como de costumbre y Ranma decidió ir a dormir,
no molestaría a Akane por ahora, aunque seguía con una gran confusión.

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Bienvenidos a este fanfic, muchas gracias por escoger mi historia para pasar un ratito leyendo, espero que les guste tanto como a mi me gustó escribirlo.

Me encantaría que me dieras tu opinión, alguna reacción, si tienes  teorías o consultas de ¿cómo se desarrolla?, esta loca historia.

A una cosa más, se me olvidaba decir que tengo dislexia y disgrafia, así que si encuentras alguna falta de ortografía, te pido disculpas, es que no las noto hasta que ya es muy tarde.

Muchas gracias y por favor continúa en esta descabellada historia.

Cuestión de tiempo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora