Capítulo 51

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COMENTARIO ESTRELLA (09/04/2022): Taepurpul Acabo de releer este capitulo y ya me siento ansiosa por los siguientes eres adictiva de verdad 💜💜💜

Capítulo 51| Miedo.

En cuanto me metí bajo las sábanas con sus ojos azules clavados en mí, supe que cometí un error. La primera y última vez que estuve aquí, le dije de manera muy directa, que su cama tenía un aroma excitante. Eso no había cambiado. 

Ashton se quedó de su lado, acostado boca arriba, con las manos bajo la cabeza y el rostro girado en mi dirección. Imité su postura, solo que dejé las manos sobre mi estómago. 

Dios, su olor era adictivo. Nunca más iba a poder meterme en mi cama y no extrañar la suya.

—¿Apago la luz o duermes con ella encendida? 

Fruncí el ceño y lo miré. Sonreía.

—Depende.

—¿De qué?

—¿Vas a aprovecharte de mí si la apagas?

Rió, y me resultó curioso la abundancia de risas que soltaba cuando hablábamos. Antes no era así. Siempre fue risueño, pero no tanto como en el último tiempo. Y sé que soy una mujer divertida, pero quizás no tanto. 

—Creo que eres tú la que quiere aprovecharse de mí —afirmó —. Seguro me tocarás por la noche.

Abrí la boca y me incorporé con mis codos. Entorné los ojos antes de sonreirle, burlona.

—Bien, apostemos a ver quién toca al otro primero. Ni un roce de mi parte recibirás. 

Asintió, encogiéndose de hombros. 

—Sabes que tengo mucho autocontrol, además de sueño. 

Sonreí más. Deleitandome con la victoria asegurada. Bajo su mirada me quité el pantalón que me había dado para dormir, y solo quedé con su camiseta. La cual me tapaba medio trasero. Llevaba unas bragas bastante pequeñas para que no se notaran con el vestido. Las lavé, tranquilas. Las puse a secar en el colgador de toallas que se calentaba mientras me duchaba. Conocía esa maravilla, era una de las cosas que quería comprarme. 

Tiré el pantalón sobre el sofá, de manera desordenada por gusto. Su cuarto estaba muy ordenado, hasta dobló mi vestido, seguro le incomodaba el desorden. 

Me acosté, sin cubrirme, y flexioné una de mis piernas para que la camiseta se subiera más.

Ashton quedó serio.

—Eres la reencarnación de Pandora. 

—¿Quién es esa zorra y por qué la nombras cuando estás en la cama conmigo? —bromeé, sin apartar la mirada de la suya. 

Soltó una carcajada y no pude aguantar acompañarla con otra. 

—Tienes los males en la palma de tu mano y no te importa liberarlos—aseguró—. Me sigue sorprendiendo que cargues tanta maldad con la cara de ángel que sueles tener.

Sonreí, arrogante.

—Es para despistar al enemigo. 

Suspiró, deteniéndose un momento en mis labios y se volteó dándome la espalda. Apagó la luz desde su mesita de noche y solo quedamos iluminados por la luz de la luna que entraba por el gran ventanal. 

—Buenas noch...

—¿Que vamos a apostar?—lo interrumpí —. Necesito un incentivo.

—¿Tanto te cuesta mantener tus manos alejadas de mí que necesitas motivación?

La consejera sexual de Ashton| EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora