Prólogo

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Cuando solía entrar a los casinos con mi padre, veía la sonrisa de las personas, la euforía que sentían al apostar, al poner todo su dinero y pertenencias en juego.

Mi padre, era uno de ellos, un jugador, era bastante ágil, tenía buenas jugadas, y de ahí aprendí a hacer lo mismo, cuando crecí y me volví más adulto, cuando salía de la universidad iba a los casinos más cercanos, porque me encantaban, era mi lugar felíz, y ni siquiera estaba obsesionado con eso de los juegos, simplemente, me sentía bien.

Un día, luego de haber trabajado arduamente, reuní lo necesario para poder hacer mi propio casino. A mi padre le gustó mucho la idea, él siempre fué un fiel jugador, e íba cuando podía y claro, cuando mi madre le autorizaba ir.

Lo construí a mi gusto, lujoso, lleno de joyas, y cosas costosas, y por supuesto habría Jazz en el lugar, eso es lo escencial en un casino, damas con vestidos elegantes atendiendo y un barra con lícor del más caro.

Un lugar perfecto.

Provócame otra vez [Vkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora