𝐂𝐮𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐥𝐚𝐬 𝐅𝐥𝐨𝐫𝐞𝐬 𝐅𝐥𝐨𝐫𝐞𝐜𝐞𝐧 [𝐂𝐡𝐚𝐧𝐠𝐥𝐢𝐱]

Capítulo 8

La sonrisa que poseía el rubio se desvanecía lentamente, cambiando a una expresión que no supo explicar, él ha sido el primero en darse cuenta, los dos castaños con curiosidad voltearon, ChangBin se aproximaba, relamió sus labios saboreando el chocolate que había, viendo otro lado para evitar sentir esa sensación de la primera vez, no esperaba de esto además no pensaba en ello, se enfocó más en lo suyo que no comprende porqué sus manos comenzaron a sudar, pero volvió a recordar esa linda sonrisa cuando lo vio entrar en la florería, se siente confundido, si esto solo es atracción ¿Por qué siente su pecho palpitar?

—Vaya coincidencia, me alegra volver a verte. — Habló el pelinegro al acercarse, estando al otro lado de la mesa, los dos castaños se miraron entre sí, comprenden lo que está sucediendo pero MinHo comenzó en analizar la situación.

—Lamento por no poder responder, andaba tan ocupado.

Félix intenta armar el valor de ser él en dar el primer paso, hará lo posible en ser el primero en actuar en vez que el contrario lo haga.

—Ando en la misma situación, soy nuevo en la universidad.

—¿De verdad? — Asintió el contrario.

—¿Te gustaría algo de tomar?

El rubio miró a sus amigos quienes asintieron a la par, soltó una suave sonrisa asintiendo, pasando el antemano en sus labios para quitarse los restos de chocolate e ir con ChangBin, quizás no sea su suerte pero siente los ánimos de JiSung en el aire.

—¿Crees que haya algo entre ellos dos?

—Ese chico es nuevo en la escuela, JiSung ¿Por qué debería?

—Félix se pone tímido cuando esa persona que le llama la atención le habla.

—Buen punto, no existe una hora adecuada para caer enamorado.

Asintió el contrario estando de acuerdo, se dice que las dos personas pueden llegar a enamorarse en dichos meses o hasta incluso más, es imposible que sea en tan poco tiempo, se podría decir que solo podría llamarte la atención una persona y ya después queda en el olvido, si lo que sienten es solo atracción, solo es una espera en que el tiempo diga lo que sucederá después, estén confundidos o comiencen a sentir esas sensaciones, no hay un tiempo para caer en esa sensación.

Félix recibió su trago agradeciéndole al chico, miró un poco a su alrededor, todas las personas que se encontraban ahí están en su propio mundo, ChangBin bebió su trago, ambos se encontraban sentados en los bancos que estaban libres cerca del mini bar, miró detalladamente de como viene vestido, se preguntaba si tiene el mismo modelo de chaquetas y como es posible que pueda verse bien, el olor a perfume varonil llegaba a sus fosas nasales, mientras Félix olía a vainilla, siendo lo contrario a él.

—Así que eres nuevo. — Rompió el silencio que se armó entre ellos.

—Vengo de Seúl.

—¿Tus padres buscaron nuevas oportunidades aquí?

—Más bien, soy yo quien quiere comenzar desde cero aquí.

—Oh, entonces vives con tu abuela. — Murmuró afirmándolo, el pelinegro sonrió, lo ha escuchado.

—¿Aún lo acuerdas?

—Yo... — Balbuceó un poco. — No es mi intención.

—Tranquilo, mis papás no quieren saber de mí por ser gay.

—¿Qué? — Abrió los ojos asombrado, hay lógica en esto por la cual sin haberle preguntado, Félix entendió porque se mudó. — Lo lamento. — No puede continuar ese tema, no cuando están conociéndose.