BESTIA MORTAL [LIBRO 2]

30. ¿Siempre fuiste un monstruo?

CHRISTA

-- No---. El niño bajó la mirada mostrando su pena, la piel oscura con pecas blancas brillaban como si fueran diamantes, las orejas largas que me recordaron a los elfos de Santa y sin olvidar el par de cuernos que se veían con filo e intimidantes. Tenía un aspecto extraño pero exótico, se veía lindo y más con el sedoso cabello plateado. De ser una hembra, sería la envidia entre las mujeres---. Solo soy lo último que le queda de su olvidada infancia.

Sus cuatro tentáculos lo envolvieron como si quisieran animarlo y me pareció adorable por como abrazó a uno.

--- ¿Olvidado?

--- De su memoria---. Murmuró por lo bajo como si temiera que alguien más lo escuchará---. Alfa puede deshacer a voluntad cualquier cosa que le afecte emocionalmente.

¿Qué? ¿Es eso posible?

Por las cicatrices, sé que él sufrió abusos desde cachorro pero no esperé que llegara hasta ese extremo.

Ahora entiendo porque no me recordaba, Alfa me había eliminado porque no le servía tener esos sentimientos humanos. Él es un tujllaki de guerra y el que estuviera aferrado a una mujer en coma, lo hacía ver débil a ojos de otros tujllakis.

--- Si lo que dices es cierto, ¿Él sé olvidó de mí por propia voluntad?---. Deje caer mis hombros por tal revelación, era de esperarse.

--- ¡No!---. Me sobresalte por su grito y más cuando me enseñó esos diminutos colmillos---. Alfa nunca haría eso. Preferiríamos arrancarnos las extremidades a olvidarnos de nuestra hembra.

Que un niño le dijera eso a una mujer adulta, me hizo ver como una auténtica asaltacunas. Pero eso no era lo importante ahora. Algo me ocultaba ese niño por su inesperada reacción.

--- Entonces, ¿Como explicas su estado actual?

Su mirada de determinación fue decayendo al escuchar la pregunta. Le tembló la voz sin saber que decir, sus ojitos de gatito se humedecieron y las puntas de sus orejas decayeron, haciéndolo ver como un lamentable cachorrito.