Eduard un joven de veinti pocos años jugaba a los videojuegos, el chico delgaducho con el pelo rubio y con grandes ojos azules no era capaz de dejar de jugar esa partida tan importante. Aparentaba menos edad de lo que tenia y nadie jamás acertaba con su edad, nadie sabía que era un universitario. A veces jugar a los videojuegos le relajaba de tanto trabajo para pagarse los estudios o desconectar con tantos estudios. Le hacía olvidar a su insoportable compañero de piso un pasota y ridículo chico de su edad, que se comía sus cosas de la nevera. Que jamás hacia nada en todo el día, odiaba a Charles por su forma de ganarse la vida, un vividor suertudo y que siempre se paseaba por casa con calzoncillos. Escucho como alguien picaba a la puerta, Eduard no quiso hacerle ni caso al sonido del timbre ya que estaba en una importante partida, pero la insistencia era casi insoportable y el sonido del timbre ya se estaba metiendo en su cabeza:
-Ya voy joder.....
Estaba algo enfadado al pensar que si era su amigo Charles, jamás se llevaba las llaves y su criado tenía que abrirle siempre. Daba igual si estaba durmiendo que se tenía que levantar para abrirle la puerta al señorito. Enfadado abrió la puerta y hay estaba una jovencita cargada con unas maletas, una joven de pelo rubio y con aspecto atlético muy atractiva. Esta sonrió dejando sus maletas:
-Hola soy Winona, tu eres mi nuevo compañero de piso......
-Perdona que dices de compañero de piso?-Pregunto Eduard.
Winona entro en el piso y soltó sus maletas, miro el piso y suspiro al ver que era un piso donde vivían solo hombres. Un piso desordenadamente masculino, pero si quería vivir algún lado se tendría que adaptar como ellos a ella. Ella miro a su compañero:
-Si hace unas semanas firme unos papeles a Charles para tener una habitación en el apartamento, es perfecto a la vuelta de la esquina tengo el gimnasio donde trabajo-Winona se acercó a eduard y le dio la mano-Me llamo Winona Senners.
-Yo soy Eduard Trenners-Eduard la dio la mano-Bueno sabes una cosa creo que Charles se olvidó informarme de nuestra nueva inquilina........
Winona sonrió y cogió sus maletas, se disponía buscar su nueva habitación para instalarse:
-Bueno con tu permiso tengo un montón de ropa que poner en el armario y preparar mis cosas.
Winona abrió la puerta de su habitación y dio un largo suspiro al ver la porquería que había, usaban aquella habitación como trastero lo sabía por aquella muñeca hinchable que la miraba fijamente encima de las cajas.
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Cambiar y volver a cambiar
Teen FictionUnos amigos que comparten un piso tendran que sufrir una maldicion de cambio de sexo y mil aventuras.