Antes de decirte de qué trata este shot debo preguntarte caballero o caballera, si has leído la parte anterior a este shot el cual se llama 'Báilame' y puedes encontrar en mi perfil o en este link que te dejo aquí: https://www.wattpad.com/story/2642...
✨💜✨💜✨Por si no has leído la descripción de la historia (cosa que estás en todo tu derecho de no hacer), quiero decirte, querido/a lector/a, que hay una parte anterior (llamémoslo primera parte) a este shot que se llama 'Báilame' (el cual puedes encontrar en mi maravilloso perfil junto con las demás historias y shots que he publicado).
Leerlo es opcional, ya que no es una continuación en toda regla y no te verás en una situación confusa al no entender lo que pasa en esta segunda parte por culpa de no haber leído la primera. No te preocupes por eso.
Esta segunda parte la hice al ver que algunas personas preguntaban si habría una continuación, cosa que no pensaba hacer, pero aquí estamos como podéis ver. Y si no has leído 'Báilame', te pido amablemente que le eches un vistazo antes de leerte esta segunda parte del shot, dejes un buen like, comentes y lo añadas a tu biblioteca (al igual que con esta historia).
Muchas gracias a todos/as por leer y apoyar la historia.
PD: Pido perdón si hay algún error ortográfico. He revisado el shot muchas veces en busca de fallos y creo que no queda ninguno más, pero si ves alguno, puedes hacérmelo saber tranquilamente.
PD1: No me tengáis en cuenta la escena del baile. Tuve que ver algunos videos de como hacer un estriptis para coger ideas y tratar de describir lo mejor posible los pasos de baile (cosa que me costó mucho) y por eso la escena no es la mejor del mundo ni mucho menos larga. Pido perdón. ✨💜✨💜✨
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- Eso es hermosura. Baila para mi.
Por enésima vez aquella mañana, el hombre gordinflón de calva incipiente y el rostro bañado en pequeñas gotitas de sudor le puso las manos encima. No había parado de hacerlo desde que pagó por el baile privado y entraron al cubículo a pesar de que las normas estaban escritas en letras negras y grandes sobre un fondo blanco para que todos los clientes pudieran verlas en cualquiera de las pequeñas habitaciones a las que entraran.
Esa era la parte que más odiaba de su trabajo. Que lo tocaran cuando no podían hacerlo. Le daba igual quién fuera. Le daba lo mismo que fuera guapo, feo, bajito, gordo, musculoso. Nadie podía tocar al bailarín, y le enfadaba que lo hicieran. Él estaba ahí para bailar y provocar erecciones con su sensual movimiento de cadera y su carita inocente, no para que lo sobaran cuanto quisieran.
Resignado, agarró las muñecas del hombre y se las quitó rápidamente de la cintura.
- Ya te he dicho que no puedes tocarme. Son las normas del club. Y si no entiendes lo que te digo, puedes leerlas en el cartelito que está detrás de mí. Espero que sea la última vez que tenga que repetírtelo.
- Oye chaval, he pagado una pasta para verte bailar. Lo menos que puedo hacer es tocarte tanto como quiera, que para algo he pagado.
Con un rápido movimiento, el hombre echó mano a la entrepierna del chico en un vano y patético intento de acariciarlo. La respuesta del chico fue rápida; un bofetón que le dejó marcados los cinco dedos en el moflete y le hizo saltar las gafas de sol que llevaba apoyadas sobre la cabeza.
