Me senté de un salto.
-¿Qué? -Pregunté con mi corazón latiendo fuertemente. Axel me vio confundido sentándose también.
-¿Qué pasa? -Preguntó él.
-Eh no, no, no. -Negué yo nerviosamente. Él tenía las cejas bajas.
-¿Qué? -Preguntaba confundido.
-Eh ah hay cosas que no recuerdas muy bien. -Le advertí.
-¿Cómo qué?
-Como...-Decidí que no podía sólo gritarle en la cara que él y yo no éramos novios. Di un respiro para calmarme. -Axel...nuestras vidas han cambiado mucho, muchas veces. -Le dije bajo. Me veía confundido. Me acerqué a él. -Tú y yo ya no somos novios. -Le susurré cuidadosamente. Su expresión fue de enorme confusión.
-¿Qué? -Preguntó desconcertado. Asentí. Negó. Asentí otra vez.
-No ¿Por qué dices eso? -Preguntó alejándose confundido. Lo miré dudosa.
-Porque...es la verdad...tú solo lo irás recordando. -Dije yo. Él me veía quieto y con una cara de horror. Hice una mueca. -Pero seguimos siendo amigos. -Murmuré bajando mi vista a la caja de chocolates para levantar uno y darle un pequeño mordisco. Axel ya no dijo nada. No lo pude ver por algunos segundos en los que me sentía un tanto apenada.
-¿es...enserio entonces...lo de...?-Preguntaba él sonando confundido por lo que lo miré, pero él quedó en silencio.
-¿Qué? -Le pregunté pacientemente. Él miró abajo consternado. Me recorrí más a él. -¿todo bien? -Le pregunté cariñosamente. Elevó sus ojos a mí.
-Creí que había sido una pesadilla.
-¿Qué? -Pregunté preocupada.
-El pobretón, y tú.
-¡Axel! Sabes que odio que lo llames de esa forma. -Me quejé. Se alejó de inmediato.
-¿entonces es verdad? No puedo creerlo. -Negó desconcertado -Tú no lo harías, creí que era sólo...algo por el golpe y las medicinas. -Decía él. Y yo no podía creer que estábamos regresando a esa primera vez cuando se enteró de mi noviazgo con Alec. Esta conversación era innecesaria.
-Axel, no importa. No es por Alec, no estoy con él. Eso fue hace mucho. -Lo calmé con mi mano en su hombro, pero se sacudió para que lo soltara.
-No digas su nombre. -Dijo lo que siempre me pedía. Di un suspiro. Había cosas que ni con la pérdida de memoria cambiaban.
-Oye, no te alteres ¿sí? -Le pedí volviendo a poner mi mano en su hombro para jalarlo haciéndolo acostar en la almohada otra vez. -No tiene caso. No estoy con él.
-Emi. -De pronto llamó Samuel haciéndome estremecer y sentar de inmediato. -Ayuda a Axel a desempacar ¿quieres, niña? -Me pidió él dejando en la entrada de la habitación la maleta de Axel.
-Claro. -Dije apurándome a poner en pie.
-Puedo desempacar mi propia ropa. -Se quejó Axel desde la cama. Yo me apuré a levantar la maleta para irla a poner a su lado sobre el colchón.
-Yo también puedo hacerlo. Y me emociona ¿Por cuánto tiempo te quedarás? -Preguntaba yo abriendo la maleta.
-Eh no sé...-Decía él acercándose también.
-Espero al menos unas semanas, tienes que curarte, Axel. -Le advertí. Él seguía pareciendo muy perdido en sus pensamientos. Y supuse que así estaría hasta que terminara de recobrar la memoria por completo. Le daría su tiempo.
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Mi Vida de Cristal (#4 Saga Cristal FINAL)
Literatura FemininaEmi empieza su último semestre en Hawtz, ella y Alec deben decidir a qué universidad atenderán, mientras a Axel lo acechará su pasado. La tragedia unirá las piezas de un corazón roto, pero a cambio se ha de romper otro. Esta es la parte final de la...