4 a.m.
Chanyeol apretó los dientes, maldiciendo. No quiso salir de su escondite atrás del árbol, aunque dedujo que la persona que había percibido su presencia probablemente ya sabía su ubicación.
—Está cerca —dijo la mujer, confirmando sus sospechas. —¿Falta alguien por llegar? — preguntó la demacrada novia al resto de los individuos, abrió los ojos para mirar hacia los jóvenes, sus ojeras se hicieron todavía más profundas.
Los sujetos levantaron la cabeza desconcertados y se irguieron buscando con la mirada al desconocido.
—No —dijo uno de los hombres, quitando su capucha para descubrir su cabeza y ver mejor a su alrededor. —Pero, sea quien sea, tendremos que matarlo. Ese fue nuestro juramento, no puede haber testigos —confesó, sacando una daga de su cartuchera, notablemente enfadado con la interrupción.
—Que salga, no podrá huir una vez que lo veamos. Pobrecito, sea quien sea debe estar tan asustado.
Chanyeol trató de contener la risa. Qué frase tan arrogante. Le causó gracia el hecho de que ya dieran por ganada una batalla contra un oponente que no conocían. Salió de su escondite y caminó más cerca del grupo de delincuentes intentando lucir normal, incluso saludar no le pareció tan mala idea, no obstante, otro de los sujetos se le abalanzó intentando acuchillarle de manera violenta. Chanyeol no le esquivó, en lugar de eso materializó sus brazales de acero. El arma cortante no fue capaz de dejar solo rasguño en la armadura del guerrero y los desconocidos comprobaron que tal vez el recién llegado no era cualquier persona.
—¿Quién demonios eres tú? —espetó el sujeto intentando atravesar la armadura, pero el filo de su cuchilla resbalaba por encima del metal forjado. Todos sus intentos de ataque con esa arma fueron inútiles.
La disputa fue interrumpida por los gritos de los demás presentes que, repentinamente asustados, echaron a correr dejando a la muchacha atada e ignorando sus lloriqueos de horror.
—¿Dónde está mi virgen y por qué aun no veo su sangre? —preguntó una voz gruesa, estridente y terrorífica. Sonaba como el rugido de una manada completa de leones y demás está decir que con oírla bastaba para saber que esa criatura no era un ser humano. —El amanecer se avecina, ¿me van a decir que fui invocado por nada? —rugió rebosando ira en su voz. Sus pisadas se aproximaban rápidamente entre la espesura del bosque, sin embargo, todavía estaba oscuro y nadie podía verlo acercándose, sin embargo, podían oírlo.
Chanyeol no enseñó una sola pizca de miedo, extendió su brazo derecho hacia el lado mientras materializaba su espada. Estaba ya muy fastidiado por la pérdida de tiempo que significaba para él estar presenciando este espectáculo y, para rematar, acompañado por cobardes, una bruja raquítica y una virgen amordazada.
—Si no me dan la sangre ustedes —dijo la enorme bestia apareciendo en el claro y dejándose ver gracias a la luz azulada de la madrugada, —Yo mismo voy a hacer pedazos a esa mujer.
Se trataba de un gigante quebrantahuesos. Chanyeol nunca había visto uno en persona, pero era solo cuestión de escucharlo para saber que era eso.
Los tres hombres que pretendían hacer el pacto con la criatura comenzaron a correr en direcciones diferentes y en sentido contrario al área por dónde había aparecido el gigante. Uno de ellos le preguntó a otro qué haría con la chica amarrada y éste contestó que la dejara ahí, asegurándole que conseguirían otra. La chica vio a los jóvenes con el pavor reflejado en su rostro empapado por las lágrimas, sobretodo al que había dicho eso. Con la mirada le suplicó que la ayudara, lloró desesperadamente sin ser entendida; el hombre solo le dio la espalda y huyó hasta desaparecer en la espesura del bosque, ignorando los estrangulados gritos de auxilio de la muchacha.
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ÁNGEL NEGRO [EXO FANFIC AU]
FanfictionFinalizada. Nueve jóvenes que estaban destinados a ser invencibles guerreros fueron divididos por la traición. Un ente desconocido, apodado el ángel negro, está llevando el caos a los pueblos. Es entonces cuando comienza la búsqueda de los guerr...