3.

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Capítulo 3.

HEATHER.

Joe continúa hundiéndose dentro de mí una y otra vez mientras fumo la exquisita marihuana que ha traído. Con mis brazos alrededor de su cuello intento no quemar su piel.
Me gusta que la casa este vacía, me gusta estar sola y poder hacer esto; Fumar, follar y perderme durante horas.
Dándole una última calada, se lo ofrezco. Él asiente con una sonrisa y lo pongo en sus labios. Me encanta verlo fumar, me fascina ver la forma caliente que expulsa el humo.

-¿Más? —Pregunto y él niega hundiéndose más en mi interior.

Lo apago en el cenicero y comienzo a moverme contra él. Aferrando mis manos en sus hombros.

-Sí nena, muévete así —Jadea. Me muerde el cuello con posesión y suelto un gemido —¿Te ha gustado mi regalo?

-Demasiado.

-Es de las mejores cepas —Me explica —Lo mejor para ti, nena.

-Puedo sentirlo —Sonrío —Voy a darme la vuelta, fóllame como me gusta.

Él se ríe.

-¿Quieres que actúe como la última vez?

-Sí, dime eso que me gusta tanto, hazme todo lo que tú desees.

-Estás jodidamente loca.

-Hazlo.

Conociéndome más que nadie en este ámbito, sus dedos toman mi rostro con fuerza y me besa profundamente. Su lengua acaricia la mía con deleite y lo disfruto.
Cuando sus labios abandonan los míos, me da una cachetada. Mi piel hormiguea y sonrío.
Le exijo otra más. Sé que no le gusta golpearme, pero lo necesito, es parte de mi juego. Joe deja caer su mano en mi otra mejilla con fuerza, esta vez duele, pero no me quejo. Mirándome, se asegura que esté bien. Lo beso en la boca y él asiente.
Abandonando mi cuerpo, me gira sobre la cama y me separa las piernas.

-¿Te gusta que te folle como se follan a las perras he? —Se burla y sonrío.

-Sí —Levanto el culo para él —Vamos, hazlo.

Su mano cae contra mi nalga y chillo. Entre balbuceos le pido que continúe.

-Tú sabes que el jodido sado no me va, pero si a ti te gusta, voy a complacerte.

-Compláceme. Dime aquellas cosas que hacen que mi coño atrape su polla tan exquisitamente —Mi voz sensual lo hace jadear.

-Eres una perra sucia, Heather.

Lentamente, su miembro me llena. Empujo el culo hacia atrás para sentirla completamente adentro de mí. Jadeo y gimo de puro placer, ambos nos movemos, suavemente al principio. Su pene busca profundidad y separo más las piernas para darle todo el acceso posible.

-Dímelo, dime que soy un jodido desastre y una puta.

-Nena, en este momento estás siendo espectacular —Me contradice mientras bombea en mi interior acelerando el ritmo, su pelvis se estrella contra mí en cada movimiento y vuelvo gemir aferrada a las sábanas.

-¡Joe, dímelo!

-Tú y tus jodidos fetiches —Gruñe tomándome con fuerza el cabello, lo envuelve en su puño al punto del dolor y me obliga a mirarlo hacia arriba —¿Esto es lo que quieres? —Asiento con lágrimas en los ojos —Cuando te conocí, creí que eras una chica buena y tímida ¿Pero sabes qué? Me llevé una enorme sorpresa al darme cuenta lo zorra que eres, una jodida puta. Mi puta ¿Te gusta oír esto?

-Sí.

-Te voy atar, me gusta follarte atada —Me advierte entrando completamente en el juego. En el fondo, aunque lo niegue, sé que le gusta. Alcanzando un calcetín, me ata las manos por detrás, quedando completamente inmovilizada —¿Te gusta esto, Heather? —No respondo —¿Te gusta esto, puta de mierda?

OBSERVA LAS MARIPOSAS - BY NATH 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora