¶=Qué pasaría en un mundo donde los Potter no murieron el 31 de octubre. Dónde la pelirroja no tenía los ojos verdes, si no azules.
¶=Donde August Gray y James Potter comparten la custodia de su hijo; Harry Potter. Con el detalle que ella vive en E...
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"Hay muchas cosas que desconoces."
°1983°
August
Inseguridades, esa sensación familiar, esa donde no te sientes suficientemente con lo que tienes, sin importar cuanto te esfuerces. Y se debe tener mucho cuidado, hay que estar atentos, ya que no muchas personas logran salir de ese círculo vicioso.
No muchos tienen la suerte de tener una compañía grata a su lado, no siempre se les reconoce la atención que deberían.
Pero entonces, aún con compañía, aún con amor y fortaleza en su vida una pelirroja se sentían tan insegura.
Insegura de la protección de los que ella ama, insegura de las presiones de las personas a su alrededor, insegura de su misma en tantos aspectos.
—Deberías comer algo August, esa negatividad tuya se está empezando a notar en tu cabello.
—No tengo hambre.
—¿Y como lo vas a tener? Ni tiempo para ti misma tienes. Solo es tu trabajo y Harry. Es lo único que haces.
—Son mis únicas responsabilidades.
—¿Y como conseguirás pareja? Esos labios todos secos y esas ojeras no son del agrado de nadie.
—Yo... yo no tengo planes de conseguir pareja. No es lo que quiero.
—Pues deberías. August, eres hermosa, desde Hogwarts eso es obvio. Si no como James... como él se habría fijado en ti.
—¿Acaso me interesa eso ahora Isa? Claro que no. Ya no estamos juntos.
—Así que, ¿no importa si él consigue a alguien más?
—Por qué me importaria. Es muy su vida.
La pelinegra solo asintió en respuesta y siguió bebiendo su té.
...
Diez de la noche, una oficina casi vacía, solo quedaban algunas personas de servicio de limpieza y una pelirroja.
Una chica de 23 años, una chica con la cara cansada, y con un horario de sueño por el suelo. Hacía ya varios días donde la ojiazul no dormía bien, hacía varias semanas donde la pelirroja no comía bien, y hacía ya unos meses donde su consciencia ya no era consciente.
Era como un zombie, como una persona que todo el que la conoció alguna vez la vería como una extraña.
Ella ya no sabía que era lo sucedía con su vida, no sabía que era lo que necesitaba, o lo que siquiera necesitaba. Sólo daba todo lo que le quedaba cuando se encontraba con su hijo.
