OneShot.

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Andrew Kreiss es un hombre religioso, bastante comprometido con ello, dirían sus más cercanos. O así era antes de que el albino conociese a cierto rubio que hiciese que cuestionara ciertas creencias suyas.

Cuando Andrew conoció a Victor por primera vez, fue un suceso muy interesante, ninguno de los dos parecía ser muy conversador pero parecían tenerse cierto aprecio hasta el momento.

Dicho aprecio se convirtió con el tiempo en un cariño, "¡Es fraternal!" respondía el sepulturero cada que vez que mencionaban su cercanía con el cartero. No lo admitiría en voz alta jamás, incluso maldecía sus pensamientos, pero... ese cariño no era para nada fraternal.

Cada que vez que veía al rubio, quería sostenerlo entre sus brazos, quería sentir el calor del contrario y poder escuchar los latidos de su corazón. Quería sujetarlo contra sí mismo y jamás soltarlo, darle aquel amor que alguna a él le faltó cuando fue niño.

Pero todo eso estaba mal.

El solo hecho de que Andrew pensara en Victor como algo más que un amigo o hermano, estaba totalmente mal. Sin embargo... si los pensamientos esos eran incorrectos, ¿por qué se sentían tan bien?¿Por qué se sentía tan bien cuando se sentaban uno al lado del otro y entrelazaban sus dedos tímidos?¿Por qué se sentía tan bien cuando al abrazarse sus miradas quedaban fijas y podían sentir sus respiraciones chocarse?¿Por qué se sentía tan bien sentir los labios del rubio contra los suyos?

Sí, todo eso estaba tan mal...tan incorrecto... tan inmoral... pero al mismo tiempo lo hacía sentir bien.

Pero esos ya eran pensamientos y sentimientos pasados, el albino creyó que a pesar de estar cometiendo un "pecado", el Señor lo perdonaría, después de todo. El amor que sentía por Victor era tan puro como cualquier otro amor.

O eso creyó hasta aquel día.

Aquel día, en la enfermería, después de haber caído ante la tentación -de nuevo- había cometido el acto carnal con el cartero, y no sólo eso, sino que también lo habría cometido frente a una persona ajena.

¡Pobre Murro! A pesar de que en su inocencia creyó que ambos hombres estaban bastante heridos y cansados, ¡era totalmente vulgar lo que habían hecho!

Por ello, tanto Andrew como Victor, recibieron un sermón y golpe en la cabeza por parte de Emily.

— ¡No puedo creerlo de ustedes dos! Quizás lo habría hecho de Norton y Naib o Mike y Norton, incluso lo esperaría de los tres juntos, pero, ¡¿Victor y tú?! — La doctora no dejaba de regañarlos, más que nada, por el hecho de cometer un acto de ese tipo en la enfermería. Dando un suspiro, intentando sonar menos severa, cambió su tono de voz de "madre regañadora" a "madre comprensiva". — Entiendo que se amen bastante y que quieran demostrarlo, pero ustedes dos son conscientes de que no es recatado hacerlo de esa forma frente a otros... que sea la primera y última vez que lo hacen. —

Ambos hombres asistieron con la cabeza en silencio para luego retirarse de la enfermería.

En el pasillo, se mantuvieron en total silencio, ¿y cómo no hacerlo? Imagina que venga tu "mamá" y te regañe por tener sexo con tu novio frente -al lado en este caso- a un abuelito. Cualquiera sentiría vergüenza.

— Jaja, vaya, sí que nos pasamos, ¿no Andy? — El rubio intentó cortar la tensión del momento con el comentario.

El albino se mantuvo aún en silencio, entendía las razones del rubio para hacer dicho comentario, pero no se sentía con ganas de responderlo. En realidad, no sentía ganas de nada en ese momento, se sentía culpable y responsable de toda la situación. Después de todo, él fue el que le habría propuesto al cartero hacerlo en la enfermería.

"Líbranos del mal. "Donde viven las historias. Descúbrelo ahora