Después de practicar tramas de acción con Pesadilla Postmortem, he decidido hacer otra historia de supervivencia, así que si, este el MEGA ONE-SHOT que mencioné en esa historia, la inspiración vino de un programa llamado Policías de Alaska dónde ví que hacían esto de transportar a varios criminales en una avioneta.
Investigué pueblos, la velocidad a la que va una avioneta para simular una distancia y duración del viaje, es un trayecto hipotético entre el pueblo de Nicolai y Anchorage atravesando la Reserva Natural del Lago Clark.
Quiero agregar que ésta Kara es más parecida a la que yo en un principio quería poner en La expedición a Krypton, pero que descarté para poner a la tierna capitana, sin más que lo disfruten.
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Las manos le tiemblan.
Lena sufre el cruel frío de Alaska desde que llegó hace unos días.
La decisión de ir al estado 49 de los Estados Unidos no fue suya, su madre la envío porque un día su hermano se volvió loco y decidió poner una bomba en la empresa donde trabajaba. Él huyó de la justicia como buen criminal hace tres meses y ahora la policía de Alaska reportó que habían encontrado al convicto Lex Luthor en un solitario pueblo en las montañas.
El día de la abogada empieza a las diez de la mañana en el aeropuerto de Anchorage, debe tomar una avioneta que la llevará al pueblo de Nikolai donde recogerá a su hermano para escoltarlo de vuelta para que enfrente a la justicia. Ella como su representante legal lo defenderá.
Al llegar a la pista el piloto la saluda alegremente.
-Buenos días señorita Luthor, mi nombre es James Olsen- se presenta mientras le abre la puerta-. Llegaremos a Nikolai en dos horas.
Ella solo sonríe mientras abordan la vieja avioneta. No es fanática de volar.
El viaje es largo, James lo hace largo con todas las cosas monótonas que le cuenta acerca de dirección o capacidades de la avioneta; no es su intención ser grosera, sin embargo, va a recoger a su hermano homicida convicto. La última vez que lo vió era una persona normal, no un terrorista, aunque tal vez es bueno que el piloto hable de otras cosas, debe ser un trabajo solitario, pero ciertamente hermoso. Lena prefiere mirar los espectaculares paisajes que concentrarse en la conversación, las majestuosas montañas y prados helados.
-Ya estamos por llegar- dice James alrededor del medio día.
Lena ve la pista de aterrizaje, es un pueblo pequeño de unas veinte casas, nevado pues apenas está entrando el invierno, lo más grande en el lugar parece ser la pista en si, una franja oscura que resalta en la nieve.
La avioneta baja lentamente y rebota contra el asfalto, cada pequeño salto eriza sus nervios hasta que finalmente las llantas generan el arrastre suficiente para que se detengan.
Dos policías la esperan al final de la pista junto a motos de nieve, el primero en acercarse es un hombre castaño envuelto en un grueso abrigo, que arroja un cigarrillo al suelo antes de hablarle.
-Bienvenida señorita Luthor, soy el oficial Rodgers- saluda el oficial, mide cerca del 1.90 y tiene frondosa bárbara, aunque se ve joven, unos treinta años.
-Un placer- saluda la abogada abrazándose a si misma por el frío, ya que debajo de su propio abrigo solo tiene un suéter y su traje ejecutivo, afortunadamente usa botas con picos, le sería imposible caminar por el hielo en tacones.
Los oficiales la escoltan a la pequeña estación de policía donde debe firmar los papeles de traslado, aborda la moto de nieve detrás del oficial Rodgers. La comisaria es solo una casa más, el lugar es modesto pero limpio, Lena habla con el sheriff sobre su hermano. La verdad es que no son para nada prejuiciosos, no conocen a Lex, no saben que ha hecho y ahora que se va no les importa.
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Las manos congeladas
ActionLena Luthor es una joven abogada que ha sido enviada por su madre para recoger a su hermano Lex, un criminal peligroso, el cuál fue detenido por la policía de Alaska cuando las personas del pequeño pueblo en el que se escondía lo reconocieron. Dado...