Capítulo#6 El lugar perfecto.

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Después de un rato, la música comienza a sonar nuevamente, al parecer la fiesta continúa. Rafael y yo aprovechamos para salir corriendo de ahí. Aún se escuchan personas hablando de lo ocurrido, no sé qué va a pasar el lunes, pero no me preocuparé ahora por eso. Rafael provoca en mí tantas sensaciones y sentimientos que nunca antes sentí, me hace sentir tan segura y especial cuando estoy con él, hace que vuelva a tener ilusión por la vida, pero en el fondo sé que no durará mucho tiempo, aunque suene pesimista, yo no estoy destinada a ser feliz. Estoy convencida de disfrutar el momento sin importar lo que pase después. Tengo miedo a enamorarme, a no saber qué hacer, a que se vaya y no vuelva, a ilusionarme por gusto, a que los traumas del pasado no me dejen en paz.

Llevamos un rato caminando, la verdad estoy tan metida en mis pensamientos que ni siquiera me doy cuenta de a dónde vamos.
- ¿Vamos a casa? - le pregunto, aunque sé que ese no es el camino.
- No, todavía es muy temprano para eso, quiero llevarte a un lugar que me gusta mucho.
No le respondo y seguimos caminando.

Cuando llegamos subimos a una parte alta de la ciudad. La vista es preciosa, se ve toda la ciudad y las luces encendidas en la noche hacen que sea impresionante.
- Cuando estoy triste o preocupado vengo aquí. Desde arriba todo se ve tan pequeño, tan insignificante, que hace que vea mis problemas de igual manera. - me dice mientras mira a la ciudad.

¿Qué problemas vas a tener tú? Eres lindo, inteligente, rico, “niño malcriado de padres poderosos”. No te falta nada.

Rafael me mira y parece que estuviera leyendo mi mente:
- No soy perfecto rarita, tengo problemas, miedos, inseguridades. 
- ¿Qué problemas tienes? - le pregunto y me mira sonriente y vuelve a mirar la ciudad.
- Prefiero no hablar de eso.

La verdad nunca he sido buena para estas cosas, pero me atrevo a decirle algo:
- No soy la mejor persona del mundo para decirte esto, pero sabes que me tienes aquí para ti, que puedes contar conmigo para lo que necesites y si quieres desahogarte, aquí estaré.
- Con que estés conmigo me basta. ¿Eres perfecta sabías?

Este chico sabe tan bien qué decir para enamorar a una chica.

Yo no contesto solo lo miro y sonrío.
- Me encantas rarita. - me dice y me besa.
Me encanta tanto estar con él, sus besos, su mirada que hace que caiga rendida a sus pies, su forma de ser y la manera en que se preocupa por mí, él sí que es perfecto.

¡Ay metiche te has metido tanto en mi vida que creo que vas a lograr entrar al hielo de mi corazón!

Después de estar allí por un rato, Rafael recibe una llamada. No sé que le dicen, pero se nota la preocupación en su cara.
- ¿Nos vamos rarita?
Yo asiento con la cabeza.

Al llegar a mi casa se despide de mí y se va lo más rápido posible.

Cuando entro, mi madre está acostada en el sofá, el olor a alcohol se siente apenas abres la puerta, está totalmente dormida y borracha, por lo que decido irme a dormir yo también.
- Ya hablaremos mañana. - le digo en voz baja para no despertarla y le doy un beso en la frente.

3:30am
Aún no consigo dormir. La verdad estoy pensando en Rafael, se fue muy preocupado. ¿Qué habrá pasado?

-Hola.¿Todo bien?

Le mando el mensaje, pero no me contesta, así que decido llamarlo:

                     ...

Nada, no contesta. Ahora estoy más preocupada.

Pasan las horas más lentas que nunca, hasta que al fin amanece, no he dormido nada, como casi todas las noches.

- Buenos días nena. - me dice mi madre al entrar a mi habitación y sentarse en mi cama.
- Necesito hablar contigo. - le digo con tono de seriedad.
- ¿Qué pasa? Me estás preocupando.
- ¿De dónde sacas el dinero para beber?
- Ya te he dicho, unos amigos me pagan la bebida, pero no te preocupes no bebo más, anoche fue la última vez.
- Siempre dices lo mismo. Por favor no me mientas.
- No te miento, te juro que no vuelvo a beber.
- No estoy hablando de eso, aunque sé que también es mentira. Sé de dónde sacas el dinero. Me das asco mamá, de pequeña eras mi ejemplo a seguir, una madre trabajadora y fuerte, pero te has convertido en un asco de persona.
- ¿De qué hablas? - la sorpresa se nota claramente en su cara.
- Sé que te prostituyes, te vendes para comprar alcohol. Has perdido tu dignidad, tu valor, todo por una maldita copa de vino.
- Naiara, no sabes cuánto sufrí por tu padre, así que no eres nadie para juzgarme. - me dice elevando la voz.
- Siempre has sido tan egoísta, nunca has pensado en mí. Yo también la he pasado mal. Mi padre me abandona porque sí, mi madre se convierte en una borracha con la que tengo que lidiar noche tras noche, comencé a trabajar aún teniendo que estudiar, soy la rara a donde quiera que voy, he intentado suicidarme y ni siquiera te has enterado, vivo constantemente en depresión y ... - las lágrimas comienzan a salir por mis ojos. - me violaron.
- ¿Qué?...¿Por qué nunca me dijiste nada de eso?...¿Cuándo... y quién fue?
- ¿Cómo te lo voy a decir si siempre estás borracha? El día que llegaste con un hombre, tú estabas muy borracha y él te trajo, ahora entiendo quien era ese hombre, seguro que uno de tus clientes, esa noche fue...
- ¡¡Marcos!! Perdóname mi pequeña, a partir de ahora todo va a cambiar. - Mi madre pasa si mano por mi cara limpiando mis lágrimas, me da un beso y sale corriendo de mi habitación.
Yo me acurruco en mi cama y lloro como un bebé hasta quedarme dormida.

Polos opuestosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora