Flores Para Todos Los Niños - {{ Sope - Omegaverse }}

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Yoongi jugaba nerviosamente con su cabello ahora blanco nieve, dudando sobre si salir del coche pese a que tenía que ir a recoger a su hijo.

- ¿Y si no le gusta?

De repente estaba nervioso por cómo fuera a reaccionar Chinmae al hecho de que se hubiera teñido el pelo tan drásticamente. Temía que no le gustase. Hoseok, sentado a su lado, por su parte, no pudo sino ahogar una leve risa, tomándole del mentón con cariño para dejarle un pequeño beso en la frente, lo que logró calmarle un poco.

- Se acostumbrará. Lo importante es que te guste a ti. Y por si lo dudas, yo creo que te favorece mucho.

- ¿De verdad?

- De verdad de la buena. Estás muy guapo.

Yoongi no pudo evitar reír por lo bajo, especialmente al sentir una pequeña caricia en su mejilla ante la cual remoloneó, posando la suya encima por unos breves instantes. Se estaba a gusto. Nadie les miraba. Eran sólo ellos dos en un pequeño espacio cerrado. Sin que les molestasen. Lejos de gente que les pudieran mirar mal. Su pequeño mundo, ambos perdidos en la mirada del otro.

Sin poder evitarlo Yoongi acabó por arrastrar con extrema suavidad la mano de Hoseok desde su mejilla hasta sus labios, donde dejó varios pequeños besos en su palma aprovechando para envolverse en aquel aroma a calidez y especias picantes que hicieron sonrojar al menor de ambos. Fue en ese instante de silencio que ambos terminaron de asimilar hasta qué punto estaban enamorados el uno del otro. Era extraño. Se querían, eran novios y estaban enamorados, eso ambos lo sabían bien. Pero no pudieron evitar pensar en la suerte que tenían de haberse encontrado. En hasta qué punto ambos eran felices estando el uno con el otro. Hasta que punto calmaba sus pechos el simple hecho de ver al otro sonreír.

- ¿Vamos? - preguntó finalmente Yoongi con la seguridad completamente renovada, soltando la mano ajena al fin pese a no querer separarse en ese instante.

Hoseok asintió con una suave sonrisa, y finalmente ambos bajaron del coche para dirigirse al piso de la señora Park. No tardaron apenas en subir en ascensor, y una vez allí Yoongi llamó al telefonillo, pudiendo escuchar a Mickey llegar primero a la puerta comenzando a rascar la madera, a lo que en respuesta Hoseok rascó desde el otro lado logrando causar varios ladriditos.

- ¡Ya voy ya voy! ¡Mickey, amor, deja de rascar que te vas a acabar haciendo una puerta! - exclamó la señora Park desde el otro lado haciendo reír a la pareja, quien no tardó en verla al abrir esta la puerta logrando evitar por poco que Mickey no se escapase al tomarle en brazos, pero enmudeciendo por completo al ver el nuevo aspecto de Yoongi, y hasta el perro dejó de ladrar mirándole confundido - ¿Yoongi? ¿Pero que te has hecho en el pelo?

- Bueno pues... Como recordará antes lo llevaba así y me gustaba bastante... Y bueno, me dio por ahí. Lo bueno es que me puedo poner tiza oscura y disimularlo si hace falta.

- Pero ahora pareces un... Punk callejero, mi niño, de una banda o algo, de estos malandros que van por la calle - repuso algo alarmada, siendo una comparativa que en vez de molestar hizo reír a Yoongi - Van a creer que eres un criminal o algo así. ¿Qué es lo siguiente, tatuajes?

- Alguna vez lo he pensado pero...

- ¡No! No. No. Sencillamente no. Me niego. Categóricamente. Ni se te ocurra. No seré tu madre pero no te lo permito. Con lo preciosa que tienes la piel y te la quieres joder. Luego no te quejes que no te dejan entrar en los sitios porque creen que eres un mafioso o algo así. Ya bastante con que te fastidies el pelo, que también lo tenias precioso y sanísimo, para que ahora encima vayas a meterte agujas con tinta en algún local de mala muerte sin licencia. Ay dios mío... ¿Y si te contagian algo? ¿Tú... Tú lo has pensado? Que son agujas que van en la sangre, y... Te meten tinta en la piel. Por favor me pone mala solo imaginármelo. Es que ni uno, ¿eh? Ni uno pequeño, ni aunque no se vea. Que al parecer eso luego es adictivo y te haces uno más un poco más grande, y luego otro y luego otro y luego otro y entonces ya se te ve todo y tienes toda la piel jodida. Así que ni se te ocurra entrar con un tatuaje, que yo no me entere. Y si lo haces, que no te lo permito, no me lo dices, no me quiero enterar. Me lo ocultas. ¿Entendido? Porque como me entere... Es que me da un algo, por favor, ten un poco de piedad, que no estoy con edad para disgustos.