LOYALTY IS ALSO CARRIED IN THE BLOOD

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Por ahora, simplemente

¡Enjoy!

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LOYALTY IS ALSO CARRIED IN THE BLOOD

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Cuando alfa Hale llegó a casa, de inmediato sus fosas nasales se expandieron captando el aroma de su esposo. Frunció el ceño y apresuró sus pasos hasta la oficina al final del pasillo donde sabe está trabajando en esos momentos. Abrió la puerta sin siquiera llamar, con los ojos encendidos en carmesí y las afiladas garras al descubierto.

― ¿Quién te tiene de tan mal humor? ― Preguntó, mirando rápidamente alrededor de la oficina, preguntándose si alguna visita inesperada y mágica estaba acechando en alguna parte. De otra manera, habría escuchado otro latido de corazón, una segunda respiración o sencillamente un olor distinto.

― Tranquilízate Derek, no hay nadie más. Y me ofende que lo pienses, solo para que sepas, mis protecciones mágicas siguen tan inquebrantables como siempre. ― Su esposo, la Chispa Stilinski, apartó la mirada del monitor delante suyo, cediendo su atención al hombre que después de veinte años, todavía aceleraba su corazón como si fuera un adolescente plagado de hormonas.

Alfa Hale sonrió de lado, guardando las garras y permitiendo que el poder alfa se diluya de sus ojos hasta dejar el avellana revistiendo alrededor de sus pupilas.

― Bien, mi error siquiera haberlo pensado. Es solo que hace mucho que no hueles de esta manera. Entonces, qué pasa, ¿algo mal con tu caso reciente?

Hale en realidad estaba orgulloso del trabajo de su esposo. Además, usar el "agente Stilinski" durante el sexo en algunos juegos de vez en cuando hacían los encuentros más interesantes y lascivos. El FBI también reclutó a Derek hace alrededor de ocho años, particularmente para dar seguimiento a la rama especializada en casos sobrenaturales. Y no, no era nada del tipo "X Files", pero probablemente había algunos agentes del tipo Mulder y Scully.

― No, el caso va como debe. Es algo distinto. Recibí un mensaje de Scott. ― Dijo, corto y exasperante. Era obvio por la poca cantidad de palabras que el castaño todavía estaba procesando su molestia. Hale frunció nuevamente el ceño.

― ¿McCall? ¿En serio? Creí que él te había despedido con un lenguaje bastante florido hace 16 años y que nunca, ni con un pie en la tumba, volvería a comunicarse contigo ya que lo estabas traicionando al elegirme por encima de él.

― Exacto. Entonces, bastaron 16 años y haberse metido en suficientes problemas con ese pobre desempeño alfa que siempre ha tenido, para que se tragara su orgullo y buscara ayuda. La mía, por supuesto.

― ¿Qué tanto lo jodió y con quién?

― Bueno, parece que lo jodió totalmente. Y logró ofender a todas las manadas en California y los alrededores como para que nadie quiera ayudar.

― Así que iremos.

― No puedo cerrar los ojos y fingir que no sé cuán grande es el problema, Derek. No cuando mis padres todavía viven allí.

― Lo sé, Stiles. Lo sé.

Beacon Hills era básicamente cosa del pasado para el matrimonio Hale-Stilinski. Incluso si todavía tenían familia en la ciudad californiana, no han puesto un pie en el antiguo territorio Hale desde hace casi una veintena, bien, Derek más que Stiles. Cuando piensa en ello, la ahora experimentada y muy poderosa Chispa Stilinski sonríe con orgullo propio, se había ido apenas a los 17, y ahora, con un hijo quinceañero, una pequeña de siete y gemelos en camino, no puede creer que el destino sea tan ridículo como para ponerlo en este dilema.