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¿Desde cuándo el deseo de salir temprano del trabajo fue tan fuerte?

Jungkook no lo sabía, pero de lo que sí estaba seguro, es que hoy lo sintió con más ganas que nunca.

—Vaya, terminaste rápido. —Declaró Seokjin con sorpresa cuando recogió todos los archivos sobre el escritorio de Jungkook para llevárselos.

—Supongo que sí.

—¿Y eso?

Jungkook aún no le contaba a su amigo que ya era más cercano a Jimin. De hecho, hace mucho que dejaron morir el tema y Seokjin dejó de preguntar, dejando al castaño con un sabor extraño, ya que eran mejores amigos desde hace años gracias a que estudiaron juntos, pero por la carga de trabajo y la vida adulta de cada uno, comenzaban a distanciarse cada vez más, cosa que a Jungkook no le gustaba para nada y quería arreglarlo, pero justo ahora no había tiempo para eso.

—Luego te cuento, debo irme.

—Bien. —Respondió con una sonrisa mientras salía del despacho de Jungkook, y el castaño se prometió a si mismo invitar a comer a Seokjin para contarle todo.

Recogió sus cosas, apagó la luz del despacho y cerró la puerta con seguro, yendo a paso rápido hacia el ascensor hasta salir del edificio y ahora ya se encontraba en su auto, manejando a una velocidad considerable mientras seguía las órdenes del GPS indicando como su destino la ubicación que le mandó Jimin minutos atrás. A diferencia de la vez pasada, pasaría por él en un crucero, el pelinegro se encontraba terminando su rutina de trabajo y podían salir libremente.

Llegó al lugar, poniendo las intermitentes mientras se orilla a al camellón, viendo de cerca a Jimin que le sonrió de inmediato mientras se despedía de Hoseok y caminaba rápidamente hacia el lado del copiloto. Una vez estando ahí dentro, se puso el cinturón de seguridad sin notar que Jungkook lo miraba por el rabillo del ojo, observando que esta vez no saldría con el Jimin que usaba jeans y suéteres holgados, sino con el acrobata del hermoso traje morado.

—¿Quieres ir al mismo lugar de la vez pasada? —Sugirió Jungkook mientras comenzaba a manejar. Podría llevar a Jimin a cualquier lugar, pero sinceramente extrañaba ese pacífico campo.

—Creo que es el lugar más adecuado para esto. —Jimin estuvo de acuerdo y la sonrisa de Jungkook apareció al saber que se cumpliría el regresar a ese lugar. Entonces comenzó a conducir.

—¿Quieres poner música? —Invitó Jungkook, dándole su móvil a Jimin con Spotify abierto.

—Claro, gracias. —Jimin aceptó con emoción y buscó su canción favorita.

El pequeño silencio en el auto fue reemplazado por una melodía, pero esta vez no era nueva, sino todo lo contrario, era demasiado conocida para Jungkook.

—¿Te gusta The Rose? —Preguntó con emoción mientras seguía concentrado en el camino.

—Oh, por Dios, ¿Los conoces? —Jimin volteó a verlo, totalmente impresionado, con la misma emoción, la única persona que sabía sobre su banda favorita era Hoseok, y al pelirrojo no le gustaba tanto.

—¡Claro! Fui a su último concierto hace dos años.

—¡Es mi banda favorita! —Declaró Jimin, emocionado. —Que suerte tienes, ¿Cómo se sintió estar ahí? Yo nunca he estado en un concierto de ellos, es uno de mis sueños. Tienes tanta suerte...

—¿De verdad nunca has ido a uno? —Preguntó y volteó a ver a Jimin por unos segundos, donde el pelinegro negó con pesar, y eso entristeció a Jungkook, pensó en que ha de ser verdaderamente triste no poder ir a un concierto de tu artista favorito. —Pues fue increíble. —Dijo al voltear de nuevo hacia el frente. —Sus conciertos están cargados de emoción, y escucharlos en vivo es completamente diferente. Vayamos a su próximo concierto, ¿Te parece bien?

EN LA AVENIDA MAPO (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora