Contra el destino (Tenten)

Tenten 7

Tenten 7

Una extraña niebla se arremolina a nuestro alrededor, pero casi de inmediato noto que no es "niebla" sino fina arena que nos impide el paso. Obviamente es Gaara. Cuando la arena se disipa Shikamaru, Temari y yo observamos a nuestro alrededor, Kiba y Shino están inconscientes en el suelo.

Salimos de la habitación con cuidado. Temari observa a los sujetos desmayados, pero Shikamaru toma un puñado de arena del suelo y frunce el ceño.

—¿Dónde está tu hermano? —dice Shikamaru a Temari, suena ligeramente molesto.

Temari se encoge de hombros—. ¿Cómo sabría? —dice y su voz ha perdido toda formalidad y ceremonia, el tema no parece gustarle mucho—. Hace años que no los veo.

Shikamaru se da la vuelta y camina por el bar, yo busco a Neji con la mirada, pero es claro que no se encuentra aquí. Entonces, Lee entra por una de las rotas ventanas, jadeando.

—La vi, la vi —dice intentando tomar aire—. A la chica que trabaja aquí.

Temari gira sobre sus talones y observa a Lee—. ¿A Matsuri? ¿Dónde está?

Lee jadea—. Un chico, de cabello rojo, se llevó a Neji... desapareció con Neji y la chica huyó de aquí, intenté seguirla cuando salió, pero en un segundo la perdí de vista —toma aire—. Nunca había visto a alguien tan rápido.

Yo niego. Matsuri no es más rápida que Lee, pero seguramente ella huyó con su técnica secreta. De cualquier forma, es una pérdida de tiempo explicarles eso ahora así que guardo silencio.

—¿Dices que mi hermano se llevó a Neji? —dice Temari, suena terriblemente enojada. Lee se encoge de hombros—. Mi hermano no puede estar trabajando con estos malian...

Pero se detiene antes de terminar la frase, no parece segura de su afirmación.

—Tu hermano tiene muchas deudas, Temari —dice Shikamaru sin mirarla—. De cualquier forma, no parece que trabaje con ellos... no los habría desmayado de ser así.

—¡Cuidado! —logro gritar lo suficientemente rápido para que todos nos hagamos a un lado.

Una espeluznante sombra entra en el bar y se materializa en un hombre al centro de la estancia—. No me gusta pelear, pero si quieres las cosas bien hechas... tienes que hacerlas tú mismo.

Shikamaru camina hacia Temari protectoramente y Lee corre hacia mí.

De pronto el brazo del hombre se separa de su cuerpo y casi con desprecio arroja a Kiba a un costado. Lee corre, lo atrapa en el aire y lo deposita suavemente en el suelo, luego el hombre hace lo mismo con el cuerpo de Shino pero la sombra de Shikamaru lo toma en el aire antes de que se golpee contra algo peligroso.

—Muy bien niña, quería hacer esto por las buenas —dice dirigiéndose a mí. Tengo una vaga idea de su nombre, pero no pelee con él directamente así que no puedo recordarlo con claridad. El hombre mira a Shikamaru—. Tiempo sin verte, Nara... pero no me interesas por ahora.

Shikamaru frunce el ceño—. Kakuzo, ¿te sobraron corazones?

El hombre sonríe—. Busco cosas mejores —dice mirándome—. Quién necesita corazones cuando puedes tener al maestro de pergaminos ¿no es cierto, Tenten?

Yo doy un paso atrás, por supuesto... yo creé los pergaminos... al menos una Tenten creo los pergaminos, pero yo no puedo hacerlo.

Kakuzo levanta una silla y se sienta en ella—. Pensé que trayéndote de China atraparía al chico más fácilmente, pero subestimé su amor infantil y escaparon —suspira—. ¿Cuánto quieren por el Hyuga?