Un kilómetro frente a ti de carretera,
El oscuro mar a tu derecha y a tu izquierda solo palmeras,
La lluvia humedece tu rostro como primavera.
Alzas la mirada esperando que
El viento solo despeine tu larga cabellera.Las luces de los autos brillan como estrellas,
Y su reflejo sobre ti parece que no estuviera,
Caminas sola por esa línea que dibuja una escalera,
Poniendo un pie tras otro como si te impulsara la marea.Levantas los brazos con las palmas hacia arriba,
Esperando que la lluvia a tu alma le de vida.
Respiras tranquilidad y avanzando te das cuenta,
Que has sido más feliz en diez segundos
Que si fueras desde otra era.
Tu cabellera mojada ya ni al viento le responde,
Y tú saboreas el agua que por tus mejillas corre.
La luna llena sobre ti que,
Ni a penas te das cuenta
Pero miras hacia allí aunque no puedas verla.Los rayos que a lo lejos la mar golpea,
Desprenden una luz que embellece noches bellas,
Y tú en medio del paisaje adornando la silueta,
De tu sombra caprichosa en medio de la tormenta.
A la mitad del camino a pensar te detienes,
Y al mirar hacia atrás descubres el riesgo al que te sometes,
Pero al mirar hacia adelante ves,
Que el camino más difícil,
Es el que te vuelve fuerte.Comienza a salir la luna y la lluvia se detiene,
Y lo que te impide ser tú
Es como la mar que va y viene.Te toca elegir que camino seguirás,
Continuar con la rutina o vivir la libertad.
Querer mejorar al mundo es heroico pero detiene,
Las almas libres como tú
Que viven sin temer a la muerte.
Antes de terminar el momento que te precede,
El de palmeras, lluvia y mar
Al que tu mente le debe,
La alegría y la ilusión que a tu cuerpo le devuelve,
Y los errores del pasado,
Que perdonas y ya no duelen.
Después de ese momento donde tentaste a la suerte,
Con las pupilas como la luna
Que tu cabeza reviste,
Descubres que tu fortuna,
La vas ganando en el camino,
Das las gracias por haber vivido
Antes de llegar a la muerte.
Al concluir el camino libre que te ha hecho pensar,
Añoras volver a caminar
Porque ha sido inolvidable,
Y deseas regresar
De vuelta por dónde has venido,
Olvidando que el destino,
No regresará jamás.
Salen las estrellas y tu mente se ilumina,
Giras y nuevamente caminas,
Caminas mucho al andar,
De la mano con tu futuro,
Demostrando que no existe muro
Que no puedas derribar.
El corazón no te cabe en el pecho, aunque a veces no lo demuestres,
Pero no tientes más a la suerte porque lo puedes lamentar.
Corre y corre sin parar,
Hasta llegar a tu cauce,
No existe el agua que corre, que no sepa donde acabar,
Al final todas esas aguas,
Acaban siempre en el mar.

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Poesía y algo más
PoetrySolo para el entretenimiento de aquellos que aún creen en lo diferente.