EL INICIO DE TODO

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Hacia frío y yo sangraba tenía hambre, pero no tenía fuerza suficiente para moverme, con un agonizante esfuerzo avanzaba a rastras perdiendo aún más de mi sangre, mi estómago rugía, me sentía cansada, la cabeza me daba mil vueltas, sabía que me desmayaría en cualquier momento, entonces. . . Una sombra de apoderó de todo.
Cuando desperté estaba en una jaula, eso es todo lo que recuerdo de esa noche.
. . .

-La oferta inicial es de mil dólares- dijo un hombre anormalmente alto.
- Ofrezco dos mil- se escucho al fondo de la sala de parte de una voz áspera y gruesa, a duras penas podía ver mi entorno, mi vista estaba nublada por mi reciente desmayo, lo que resultaba molesto por que sentía como si las personas a mí alrededor estuvieran deformes, a unos cuantos pude haber asegurado que tenían cuernos, otros tantos juraría que tenían las extremidades inferiores o superiores más largos de lo normal. Los oídos me zumbaban, podía sentir el frío rose del acero contra mis muñecas, de unas cadenas golpear mis entre piernas, estaba tirada en una duela de madera en muy mal estado, aún sentía como mis heridas ardían mientras cicatrizaban y otras tantas sangrar levemente.
Las personas continuaron con su aparente subasta, las cifras no paraban de aumentar, hasta que alguien habló.
- Un millón de dólares - la voz del postor era extraña, se semajaba a la ridícula voz que hacen los payasos. Hubo un silencio de impacto, nadie de creía que alguien ofreciera tanto dinero, de pronto el vendedor reacciono emocionado
-¡Vendida!- grito triunfante.
Apenas termino la palabra yo fui empujada por alguien o algo, con unas manos enormes, sus uñas parecían garras las cuales de enterraban con firmeza en mi cuello, los violentos golpes en mi espalda se detuvieron al llegar a la presencia de un hombre con un saco demasiado extravagante, con colores poco convencionales para ropa formal, las garras de mi captor mantenían mi cabeza baja, impidiendo que vea la persona. Entonces caí en cuenta que yo era lo que estaban vendiendo, y esa persona era mi comprador.
-Muchas gracias caballero- dijo esa voz entre pequeñas risas de satisfacción.
Le entregaron mis cadenas y el hombre me jalo violentamente, hasta llegar a la parte trasera de un camión de circo, el hombre puso sus manos en mis mejillas para proporcionar molestas caricias, sus manos eran ásperas y rasposas, además el señor olía como un muerto, continuo acariciando mis mejillas unos segundos antes de poner su mano derecha en mi barbilla para obligarme a alzar la vista.
Su rostro era perturbador,prácticamente se le podría la piel y eventualmente se desprendía a pedazos, uno de sus ojos tenía una deformidad la cual sobresalía evitando que sus párpados cerran correctamente, el otro ojo no estaba presente, se admiraba un hueco en donde debía estár su ojo, la putrefacción en su piel era tanta que su ojo completo parecía llorar pus.
-Bienvenida a la familia del circo pequeña- dijo mientras sus labios dibujaban una enorme sonrisa mostrando todos sus dientes, aunque en realidad le faltaban muchos de ellos.

Después de eso me aventó con tosquedad al fondo del vagón, mi cuerpo me seguía en mal estado y mis heridas aún dolían, así que decidí dormir mientas el camión me llevará a mí nuevo destino, no tenía escapatoria entre esas cuatro paredes rodantes por lo que no intenté huir del cuarto.

Hola, espero este primer capítulo haya sido de tu agrado, quizá no tenga la mejor redacción de este mundo pero me esforzaré para conseguir un buen desarrollo en este cuento.

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