Capítulo 18

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[Palacio Jeon] [4 semanas después] 

Durante los primeros días en que Seohyun abandonó el palacio, conservó la esperanza de que regresara, sin embargo el tiempo demostró lo contrario. Durante años supo pensar que un Omega no era necesario en su vida, que nunca le sucedería algo similar a lo de Jungkook, porque si es que algo había aprendido de él es que enlazarse con uno solo conllevaba sufrimiento y precisamente ahora... se encontraba en una situación similar, padeciendo cada día que despertaba y no veía al príncipe Min en los corredores de su hogar. Muchas veces intentó hablar con él, llegando a esperarlo durante horas en la puerta del teatro pero era Jihyun quien lo interceptaba y le decía que su hermano no tenía deseo alguno de hablar con él. 

Lo extrañaba, en verdad extrañaba cada simple cosa de Seohyun, su sonrisa, sus caricias, la fragancia a limón y menta que alborotaba a su instinto Alfa, incluso la perversidad y la malicia de esas palabras que ahora le alegraría escuchar. Sus días se volvieron monótonos, como antes de que ese Omega llegara a su vida, y aunque por años la soledad le parecía agradable, ahora era todo lo opuesto ¿Cómo fue que permitió que las cosas llegaran a tal extremo? ¿Cómo fue que entregó su vida a las manos de Seohyun? De cualquier forma ahora no tenía sentido alguno pensar en eso, no cuando siquiera tenía energía suficiente como para mantener los ojos abiertos. . . 



[Teatro central Jeon] 

A pesar de la constante insistencia de Hoseok en verlo, la última semana no había tenido noticias suyas y algo comenzaba a inquietarlo, su instinto Omega le decía que algo malo ocurría con el monarca sin embargo aun no era capaz de poner en orden sus pensamientos, de verlo a la cara una vez más porque sabía que en cuanto lo hiciera caería directamente en sus brazos al igual que siempre. Por ende, al igual que los días anteriores, procuró distraer su mente componiendo la melodía necesaria para los bailarines que en poco tiempo harían su primera presentación en el teatro.

Para cuando la noche llegó continuaba tocando el piano, sus dedos estaban entumecidos pero eso no evitaría que continuara expresando sus emociones a través de cada sonido que creaba, sin embargo se detuvo por un instante al percibir la presencia de un Alfa que lo observaba en la oscuridad. 

-¿Por qué estás aquí Jungkook?- Cuestionó en tanto el azabache se acercaba y tomaba asiento a su lado. 

-En realidad no lo sé, no sé si hago lo correcto al estar aquí.

-Sabes que puedes hablar conmigo o Jihyun si es que algo te molesta. 

-Los retratos de Taehyung...

-En todos los años que Jihyun y yo vivimos en el palacio, jamás permitiste que entráramos a tu habitación ni que veamos su imagen, siquiera alguno de los dibujos en tus cuadernos porque es obvio que solo retratas su imagen, tu mirada dice muchas cosas. Mamá actúa de la misma forma, sé que conserva un pequeño cuadro de ambos juntos cuando eran niños en un armario de su habitación pero siquiera papá puede verlo. 

-Entonces comprendes que para nosotros... 

-Sí, puedo entenderlo pero si tienes dudas... quizá deberías preguntarte qué es lo que a tu Omega le gustaría. Si es que él se sentiría feliz o no de que el teatro de Seokjin luciera su imagen. 

-Gracias... en verdad, creo que has dicho lo justo y necesario. Y ahora... creo que es mi turno de aconsejarte si es que me lo permites.

-Siempre he escuchado tus consejos.

-Entonces deberías ir al palacio, si no te dije nada hasta ahora es porque no lo creí necesario pero... debes saber que la salud de mi hermano es delicada. 

Moonchild [Seesaw]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora