𝐖𝐎𝐍𝐃𝐄𝐑𝐋𝐀𝐍𝐃, Harry Potter y Draco Malfoy

Prologue

—ME NIEGO.

—Raven...

—No quiero escucharlo, Ares.

La menor de los Morgan se cruzó de brazos con el ceño fruncido sentada en el asiento de copiloto del auto de Ares, su hermano mayor la miró con una mirada de súplica pero ella elegantemente le sacó el dedo del medio con una sonrisa sarcástica.

—Bien—se rindió él rodando los ojos—Tú ganas, engendró.

—¡Sí! ¡Pizza!—Raven alzó los brazos y se tiró encima de su hermano para abrazarlo olvidando que el mayor estaba conduciendo el auto, Ares jadeó y tomó con más fuerza el volante para girarlo evitando por poco el auto que casi los atropella—Ups.

—¿Ups? ¡Casi haces que mi bella existencia se extinga!

Raven rodó los ojos y hizo un ademán con la manó.

—Retráctate, hermano. La belleza aquí soy yo.

La rubia de ojos castaños claros agitó las pestañas hacía Ares con una sonrisa engreída mientras el aire que entraba por la ventana hacía a su larga cabellera haciéndola moverse para darle efecto.

Ares hizo un puchero viendo eso, ¿Por que su hermanita tiene siempre las mejores entradas? Hubo una vez en la que ambos se colaron a la fiesta de un amigo y Raven entró justo cuando Boss bitch sonaba de fondo dándole la atención de todo el mundo. En cambio Ares se chocó contra la puerta golpeándose la nariz porque Raven la había cerrado tras ella olvido a su hermano mayor, así que Ares había entrado a la fiesta con una nariz goteando de sangre y un chico de unos 14 años vomitándole los zapatos. Súper.

—Pudrete, Raven.

—Lo tomare como un: Sí. Raven tú eres superior pero mi boca de nerd come libros no me deja decirlo, perdóname por favor.

Cuando Ares paró el carro en el semáforo, le dió un jalón de pelo a su hermana para que callara de una vez. La rubia ceniza lo miró mal por tocar su cabello y le dio un manotazo en el brazo.

—Idiota.

—Pesada.

—Nerd.

—Barbie.

—Gryffindor.

Raven casi le arranca los ojos. Ella intentó pegarle un puñetazo pero Ares se movió más rápido riéndose de ella.

—¡Slytherin a mucha honra, idiota!

—Ya, ya, ya. Cálmate engendró, solo fue una broma—Ares se acomodó en su asiento—No puedes ir por ahí golpeando a los demás solo por burlase de Harry Potter.

—Broma mis ovarios—la rubia le sacó la lengua ceñuda—Y primero, claro que puedo porque son unos muggles incultos que no merecen mi atención, y segundo, no hables mucho señor Fui y le pateó las bolas a Adam Walkm por tocar mi libro del prisionero de azkaban y decir que era para niñitas.

Ares se encogió de hombros luciendo todo menos arrepentido sobre eso.

—Touche, engendró. Además—él la señaló con un dedo acusador—se lo merecía y ambos estuvimos de acuerdo en eso, él bastardo tiene una cara que literalmente grita golpéame. No culpes a mi puño por hacer caso a eso.

Raven se rió tranquilamente disfrutando del momento, de momentos como eso con su hermano, hace unas semanas ni si quiera tenía permitido sonreír pero ahora era libre, ambos lo eran. Y jamás volverían a esa maldita casa del terror, ni con ellos.

Ares lo había prometido y él siempre cumplía sus promesas.

El semáforo de puso en verde y Ares arrancó sin problemas.