epílogo: sol y luna

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en el momento en el que tus ojos oscuros conectaron con los míos, mí piel se erizó y sentí un escalofrío horrible.

estabas ahí, y no sabía porque ni como supiste en donde estaba yo. me acerqué teniendo sobre mi tu fría y tranquila mirada. tu cara estaba normal, relajada. no había rastros de sorpresa, tristeza o enojo.

te pregunté que hacías en mí lugar de trabajo y me respondiste que no sabías que yo trabajaba ahí.

no te creí, jay.

era obvio que sí sabías. ¿por qué estarías devuelta en seúl sí no es para verme a mí? ¿por qué estarías en mí lugar de trabajo sí no es para buscarme?

sentí vergüenza por mí mismo cuando me dijiste los motivos.

tu madre estaba enferma. tenías que volver para cuidarla porque eres su único hijo. y bueno, además de que debías cuidar al perro.

" ¡jungwon, atiende la mesa seis! " escuché detrás de mí, y tuve que dejarte disfrutar tu comida solo mientras iba a atender a otros clientes.

sentía tu mirada puesta en mí y de reojo podía ver como suspirabas aveces.

te habría dado una oportunidad si yo no fuese tan estúpido, porque sí, volví con jake luego de unas semanas de tu partida.

te ví irte después de que terminaste tu comida y me decepcioné un poco; pensé que me esperarías para poder hablar un poco más de como te fue en busan, lejos de mí.

me acerqué a tu mesa para limpiar lo que dejaste y noté que me habías dejado propina (una buena cantidad por cierto) y un papel arrugado.

lo abrí y sonreí; era un número de teléfono, y supongo que era el tuyo.

cuando salí de trabajar y llegué a casa, lo primero que hice (además de saludar a mis gatos) fue escribirte.

hablamos bastante, durante horas.

tenías una vida estable en busan. durante todo este tiempo no tuviste pareja y extrañamente me sentí aliviado por eso.

planeabas adoptar un perro porque te sentías muy solo allá en tu departamento, y bromeando te dije que podrías llevarme contigo.

te reíste y me pareció muy linda tu sonrisa. tu risa no, te reías como loco.

luego de eso empezamos a charlar diariamente, a llamarnos, solías visitarme en el restaurante en el que trabajaba y yo solía acompañarte al hospital para ver a tu madre.

era una mujer muy dulce, y estoy seguro de que le hablaste sobre mí y como te trate porque al principio no era muy cortés que digamos, pero se que luego me tomo cierto cariño.

todo iba muy bien entre nosotros jay. hasta jake te amaba, varias veces me dijo que me iba a terminar para irse contigo, y tu solo reías por esos estúpidos chistes.

pero todavía podía ver el brillo de tus ojos cuando me mirabas, y supe que siempre me verías así, con amor y cariño.

cuando tu madre mejoró, me comentaste que debías volver a busan a retomar lo que dejaste; tus estudios y tu trabajo.

estabas estudiando música mientras te sustentabas con tu trabajo de panadero.

me reí cuando me dijiste de que trabajabas.

pero me puse triste. ya no volvería a verte seguido, volverías a busan y yo me quedaría en seúl. nos hablaríamos por chat seguramente, pero no sería lo mismo.

el día que tendrías que tomar el viaje a busan creo que sorprendí a todos.

tu madre me vió sorprendida e impactada.

jake me miró perplejo y confundido.

me miraste emocionado y aturdido.

todo mientras yo, con una sonrisa enorme, les mostraba mí pasaje para poder ir a busan contigo.

jake estuvo molesto conmigo por no haberlo hablado con él durante un principio, después de todo el era mí pareja en ese momento. pero ya no lo amaba, y tengo suerte de que haya sido un hombre muy comprensivo, porque me dejo partir contigo sin impredirme nada y se lo agradecí mucho.

tu madre nos despidió a ambos con un fuerte abrazo y fue un momento muy lindo; irme contigo a un lugar nuevo para mí.

las primeras semanas fueron raras e incómodas; no estaba acostumbrado a estar en un hogar sin mis gatos, que por cierto, jake estaba cuidando con amor junto a su perrita layla.

pero te robé un beso totalmente emocionado cuando el día de mí cumpleaños me regalaste un gatito bebé llamado won.

a los meses de vivir juntos ya se nos había hecho costumbre eso de besarnos espontáneamente y nunca me disgusto o molesto, y era bastante obvio que a tí tampoco.

no éramos pareja, y nunca planeamos serlo, y de hecho nunca lo fuimos.

solo éramos dos amigos que se besaban.

te aclaré desde un principio que no estaría en una relación y me dijiste que estabas bien con eso y que no me presionarías para nada, que estabamos bien como amigos. gracias seongie.

ah, y gracias por estos 4 años viviendo juntos, jay.

gracias por estos 4 años en donde me llenaste de amor, cariño y atención.

espero te gusten estas cartas que hice para recordar nuestro pasado, yo disfruté mucho escribiendo esto, y lo hice en honor a las cartas que me escribiste estando embobado por mi, jeje.

te quiere mucho, yang jungwon, tu musa.


estoy pensando en sí hacer q este sea el final o volver a hacer otro apartado con una narración de jay también ...... pero creo q así están bien y ya es un buen final (final bueno en realidad pq no era lo q tenía planeado) así q bueno gracias por leer musa y también esta parte jejwje chauoquo.

musa ― II Donde viven las historias. Descúbrelo ahora