fragment's (kookmin)

°Capitulo 76°

Diez días
(Día 24)
Pov: Jimin

Diez días habían transcurrido desde que me enteré de la infidelidad de mi supuesto novio, aun cuando sé perfectamente que yo también lo fui, mi ego estaba lastimado y es que mi maldito coraje era que prometiera cosas que no cumpliría, además no estamos hablando de mí, sino de él...

Por lo que, de igual manera, habían transcurrido díez días, días en las que cada noche visitaba al pelinegro, para perderme en sus suaves sábanas, refugiandome en sus fuertes brazos, aprisionandolo entre mis piernas; no fue difícil escabullirme a su encuentro, pues cada noche me las ingenie para agregar unas gotitas de más de la pócima mágica de mamá a su té.

Minho y Joseph por suerte tenían el sueño bastante pesado, por lo que no notaban mi ausencia por las noches, cuando me escabullía hacia el patio trasero, con ayuda de un bote y los maseteros que mamá tenía sobre la pared, trepaba asta el techo y con pasos felinos llegaba asta el balcón del hombre que lograba calmar mi tormenta en medio de su tempestad.

Muy temprano por las mañanas, antes de que el sol se asomara y de que mamá despertara, repetía el proceso de regreso, fingiendo somnolencia.

Diez días dónde meticulosamente preparaba mi venganza con ayuda del pelinegro, que aunque al principio no estuvo de acuerdo, al final accedió.

Durante estos diez días, la mayoría yoongi iba por al trabajo, días en los que aproveche para seducirlo y provocarlo a mí antojó, en varias ocasiones llegamos asta la cama, dónde lo fallé como nunca antes, quería volverlo loco, adicto a mis besos, a mis caricias, a gemidos, a mi saliva, a mi aliento, adicto a mí...
No quería dejarle nada a ese hombre estirado, ellos no se burlarían más de mí, por lo que siempre dejaba huellas en el mayor de que yo estuve ahí.

Con mis dedos marcaban su espalda, mis labios, su cuello y mis dientes, su pecho, sin imaginar que durante todo el acto, era el pelinegro quien estaba en mi cabeza.

[🎭🎭🎭]

El reloj marcaban 15 minutos para las 5:00 am. Tenía que irme antes que mamá despertara, me removí de entre los brazos de mi adormilado conejito, besando enseguida su frente, nariz y sus dulces labios, sus ojitos comenzaron abrirse muy lentamente, afirmando su agarre en mi cintura, llevando una corriente eléctrica por mi pelvis.

-no te vayas aún...- pidió su voz ronca.

- tengo que hacerlo conejito- le respondí en un tono mimado, al acariciar su cabello azabache- ya no tarda en sonar la alarma de mamá, además, hoy Yoongi pasará por mí para llevarme al trabajo, tengo que darme prisa.

Su agarre en mi cintura se aflojó, para después sentarse a orillas de la cama, dándome la espalda.

-sé que solo han pasado casi dos semanas, pero ¿Asta cuando vamos a estar así? ¿Cuánto tiempo más tendré que compartir con ese imbécil? ¿Te has arrepentido de dejarlo? ¿Lo has perdonado?- cuestionó frustrado.

Alarmado por sus pregunta, abrí mis ojos, negando enseguida, como podía pensar eso...

Gateé sobre la cama, quedando detrás del más alto, besé suavemente sus hombros, mientras acariciaba sus brazos con todo el amor que sentía por él, haciéndolo sentir seguro de lo que estaba por decir...

-jamas me arrepentiría amor mío, quiero estar contigo mi amor, ya no falta mucho, yo también ya estoy harto de dividir mi tiempo, de fingir que me eres indiferente, pronto seré únicamente tuyo.- prometí si dejar de besar su piel.

-Jimin...- lo escuché llamarme.

-mmh.

-¿Me amas?