El día siguiente pasó tranquilo, Kuroko se despertó a tiempo para comer el desayuno y Aomine se presentó en la casa del peliceleste como había prometido la noche anterior.
Kagami había tenido esas ganas de conversar con Aomine, sin embargo, no lo había podido hacer por el hecho de que Kuroko estuviera presente.
Aquél rato pasó tranquilo y el chico de menor y el de mayor altura siguieron con su rol del día: salieron de la casa, dispuestos a ir a sus trabajos correspondientes y Kagami permaneció en casa, con las mismas labores que había tenido el día anterior.
La noche había llegado pronto, Aomine decidió no ir al encuentro de Kuroko en su lugar de trabajo y seguir hasta la casa de éste; esa era una mejor idea que ir a molestar a su amigo. No entendía por qué, pero tenía esas ganas de llegar rápidamente a su destino, tratando de olvidarse de su trabajo que por ese día había sido muy difícil.
Aún seguía frustrado por el hecho de no poder averiguar qué era lo que hacía que los pretenders perdieran la razón, pero no perdía la esperanza; tenía esa corazonada de estar más cerca de descubrir la respuesta.
Sin darse cuenta, se encontraba en el pórtico de la casa de su amigo, y tocó a la puerta como de costumbre, esperando a que el pelirrojo le abriera.
No esperó mucho cuando unos ojos color rubíes y una sonrisa se mostraron ante sus ojos.
—Bienvenido...— Kagami se hacía a un lado para que el otro chico pudiera entrar.
—¿No ha llegado Tetsu?— Cuestionó tan innecesariamente, pues tenía bien claro que su amigo aún seguía en su laboratorio, pero la visita antes de tiempo no debía sonar como algo lógico. Se dispuso a entrar a la casa, y a su nariz llegó aquél aroma de la cena recién hecha.
—No... No sé si tardará en llegar.— Cerró la puerta a su paso, para notar cómo el moreno se sentaba en el sillón, evitando el contacto visual.
Kagami permaneció parado junto a la puerta, era su oportunidad de hablar con Aomine sobre un tema en particular, pero no sabía por dónde empezar... tal vez simplemente soltaría las palabras que salieran de su boca sin pensarlo mucho tiempo.
—¿Estás bien? Si algo en tu sistema está fallando... puedo darte mantenimiento.— Habló con voz suave, mirando al pelirrojo desde su lugar. Pero Kagami no respondió, simplemente lo miró con ojos penetrantes, que de alguna forma incomodaron un poco al moreno.
—¿Kagami?— Volvió a hablar para tratar de recibir respuesta.
—¿Por qué no me dijiste que eres un cazador?— Su pregunta fue tan simple y directa, como siempre lo había sido él. Sin rodeos dejó escapar sus palabras, recibiendo la mirada sorprendida de Aomine.
Desvió su vista ante la pregunta, no planeaba decírselo, aunque estaba seguro que de cualquier modo Kagami lo averiguaría tarde o temprano. No debía adivinar siquiera que había sido Kuroko quien se lo había dicho, y estaba seguro que habían hablado de ese tema la noche anterior, y más por la forma en la que se había ido.
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Just love me, pretender
FanfictionEs el año 3021. Los humanos no sólo comparten el mundo con los de su misma especie, sino que también existen los híbridos: seres que habían sido originados por experimentos que habían salido mal; y con robots: seres que no sólo cumplían los mandatos...