Capitulo 30 - Toey

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Soy un idiota obstinado, si lo admito libremente, no iba, repito, no iba a disculparme con Ohm. Yo tenía razón y eso era todo.

—Eres un idiota — suspira Saint, poniendo en marcha su maldito auto, acabábamos de salir de servicio.

—¿Por qué soy un idiota? ¿Escuchaste lo que dije?

—Bla, bla, bla. Sí, escuché lo que dijiste, pero tengo que estar de acuerdo con Ohm.

—¿Qué mierda? ¡Eres mi compañero!

—Sí, lo soy. Ese es el porque te estoy llevando a tomar una copa. Así que, puedo decirte que veo de dónde vienes, pero también veo su lado.

—La prostitución es ilegal, Saint. ¡Juramos defender la ley!

—Y lo hacemos, cada maldito día. Pero hay ciertas circunstancias en las que mirar hacia otro lado está bien.

—Eso es un infierno de pendiente resbaladiza —advierto.

Saint se gira de costado en su asiento y me mira, masticando su chicle.

—¿Esa noche que arrestamos a copetillo?

Asiento.

—En realidad sí atrape al chico al final del callejón, parecía muerto de miedo, Toey, y ya le habían pateado el trasero asi que lo deje ir.

Mi boca cae abierta.

—¿Tú qué?

—Lo deje ir. Sí, probablemente se estaba vendiendo, pero nadie tendría que sufrir el ir a la cárcel encima de dar su culo a esos. Deberías haberlo visto el tipo ya había hecho un lio con él no pude hacerlo, Toey.

Golpeo mi cabeza contra el tablero y maldigo, no había hablado con Ohm en cinco días, y no porque no lo hubiera intentado, el no contestaba las llamadas.

Incluso trate de atraparlo por medio de Win pero supongo que Ohm es tan obstinado como yo, asi que deje de intentarlo, me di por vencido, entendi el mensaje claro y fuerte, ya habia terminado conmigo, me dolía pensar que todo había terminado, pero no podía hacer mas, el ya no lo queria.

—Puedo hacer la vista gorda en ciertas cosas eso no te convierte en un mal policía, Toey eso te convierte en un compasivo ser humano.

—¿Ahora no soy lo suficientemente compasivo? —exclamo incrédulo.

—Vamos a algún lugar para relajarnos, ¿de acuerdo? Tienes que refrescarte antes de ir a rogarle a Ohm.

—No estoy rogando por nada, ya lo hice bastante y el solo me ignoro —gruño ya lo había hecho bastante y no había obtenido respuesta.

—Oh por favor. ¡Te estás enamorando del chico!, aun que lo siento de verdad, no pensé que solo te ignoraría, lo siento compañero,

Cierro los ojos y traigo al presente el día en el cementerio, la furiosa mirada de Ohm y sus hermosos ojos tan pendetrantes.

—La primera vez que nos vimos me llamó un JPT — me rio suavemente.

—Ah, jodido pequeño tailandés — asiente.

—¿Qué demonios? ¿Cómo lo sabes?

—¿Soy tailandés? —sonríe.

—Yo también, pero no lo sabía. Pasemos por el mecánico y consigamos mi camioneta. Seguro que ya ha terminado con la rotación de neumáticos y el cambio de aceite. Odio conducir en tu trampa mortal.

Saint acaricia el volante y da una palmada en el tablero.

—No lo escuches, Betsy.

Suspiro.

Puedo sanar tu Corazón...- OhmToey (Historia 4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora