Final (1/4)

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"1674 palabras"

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(Horacio)

"1, 2, 3, la guerra está empezando..."

El sol poco a poco se ocultaba en el horizonte, me removí incómodo en mi asiento y abrí los ojos al escuchar una voz familiar a mi lado.

- ¿Descansaste? - preguntó aquel alfa que tan bien conocía. Asentí a su pregunta y me restregué los ojos para ver mejor, abrí la ventana para despejarme y solté un largo bostezo.

- ¿Cuanto queda? - pregunté sentándome correctamente en mi asiento, con mi mano desordené mi cabello, haciendo que la cresta que tenía anteriormente desapareciera.

- Aproximadamente 30 minutos - fijó su vista en mi y luego la volvió a posar en la carretera.

- Mucho silencio, ¿No? - pregunté al no escuchar nada en la parte trasera.

- Creo que están dormidos - dijo dudoso el de aroma a canela.

Me giré de mi asiento mirando hacia atrás:

Toni y Gustabo dormían plácidamente, la cabeza de Gustabo estaba apoyada en el hombro de Toni, y la de Toni estaba encima de la cabeza de Gustabo.

Sonreí tiernamente al ver aquella imagen, me alegraba mucho por mi amigo, él siempre había soñado con encontrar a su media luna, y ¡Pum!, ahora ya la tenía.

Giré mi rostro hacia los asientos de la izquierda y vi a Salinas dormir sobre dos asientos como si estuviera en su casa, fruncí el ceño al ver aquella imagen.

Espera, ¿Ahí no tendría que estar Pogo?

- Mierda - escuché una vocecita algo chillona en la parte trasera.

Me fijé en el suelo y ahí lo vi, estaba apoyado en la puerta de salida, tenía las piernas en cruz y garabateaba una hoja con el ceño fruncido.

- ¿Pogo? - le llamé a lo que el clavó sus ojos en mí.

Al llamarlo se asustó y cerró la libreta de golpe, se dio un golpecito en la cabeza con la puerta y un chillido abandonó sus labios.

- Cabrón, que susto - se quejó el omega a lo que yo reí.

- Perdón, perdón - le miré divertido, iba a decir algo más pero el sonido del walkie talkie me interrumpió.

"Chicos hay problemas, nos acaban de dispalal, nos han descubielto"

Sentí como mi cuerpo se paralizaba, volví mi vista hacia delante y vi como Carlo agarraba el walkie talkie y contestaba con un "recibido".

Miré por el retrovisor y vi dos coches negros detrás nuestra, tragué saliva e intenté hablar con tranquilidad.

- Nos siguen - me giré hacia Carlo.

- Lo sé - respondió - llevan así aproximadamente 3 km -

- ¿Por qué no disparan? - pregunté confuso.

- Eso me gustaría saber a mí - giró bruscamente por un caminito de tierra, se estaba metiendo en la boca del lobo sin saberlo.

"Acabamos de pinchal lu-"

La comunicación se cortó ahí.

- Ripetere (Repite) - dijo por el walkie talkie esperando por una respuesta, pero nada, ni un murmullo siquiera se escuchaba.

Freccia del destino [Gustoni]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora