Dumped All The Time

Capítulo 5

Abby

Llegue a casa, después de un día intenso, corrí hacia mi habitación, papa aun no llegaba, y Marie vendría algo tarde con Jace.

Como primer día de universidad pasaron muchas cosas. Me senté en la orilla de la cama, y mis lágrimas se llenaron de ojos, realmente era Tom, mi pequeño Tom, lo abracé, vi sus ojos, toqué su cabello, no creí volver a verlo.

Creo que estaba tan sorprendidas como él lo estaba, no me quiero mentir a mí misma, pero sentí lo mismo que sentí el día en que estábamos en su cuarto, lo mismo que sentí cuando lo encontré llorando, pequeño, frágil, era tan frágil, y por alaguna razón, sentó que lo sigue siendo, ¿Cómo un niño de diez años me lastimo tanto? ¿Por qué me aferro tanto a un pasado que ya fue hace mucho tiempo?

No, no puedo dejarme llevar por esto, eh tenido una vida bastante estable desde que tengo memoria, como para que un niño que conocí desde hace 10 años venga y me derrumbe.

Este es mi primer año de universidad, tengo muchas cosas en las que enfocarme, tengo que arreglar mi situación con Jonas, tengo que leer libros, vaya tengo tanto que hacer.

¿Qué pasara con Tom? Vaya, creo que solo quiere que lo perdone.

Lo perdonare y no pasara más con él. Supongo... no pasara nada con el... nada... Thomas, ya no eres un niño, ya no te vez como un niño, joder ha crecido, ¿lo estaré juzgando sin siquiera conocerlo?

Nada, no lo sé, tal vez...deberíamos ser amigos. Mierda, mis pensamientos son un desastre, tengo que descansar. Mañana sabré que hacer, siempre he sabido que hacer. Siempre he estado sola, bueno no tanto, he tenido una familia, tal vez no tub3e la familia completa que me hubiera gustado tener, pero mi padre y mis tíos han sido geniales, pero por dentro siempre me he sentido sola, pero no incompleta, y he sido lo demasiado fuerte, ahora no es el momento para caer.

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Tocan la puerta.

Me levanté, algo adormilada aun y abrí la puerta, hay estaba mi papa, con una camisa de cuadros, literalmente como un papa.

- Buenos días mi princesa

- Buenos días papa – lo abrace

- Dime, cuéntamelo todo ¿cómo te fue en tu primer día de universidad? – ¿Por qué mi mente solo pensó en Tom?

- Emmm, bueno...

- ¿paso algo? – bueno

- Todo normal Papa

- Conozco esa mirada, cierras los ojos cuando mientes – haha papa preocupado es el mejor.

- ¿recuerdas a Thomas Price? – bueno si me fui de aquí cuando tenía 10 por él, claramente lo recuerda.

- Como no – frunció el ceño, después de unos segundos – no me digas

- Sip – afirme cerrando los labios

Papa me miro a los ojos de una forma rara e incómoda, luego sonrió.

- Como se nota que te movió la cabeza

- ¡papa! – el solo rio, joder, no se está comportando como un papa, y es molesto, fruncí el ceño mostrándole mi molestia.

- Yo he vivido más que tu hija, esos ojos de rechazo lo dice todo

- Que no papa

- Lloraste mucho – bajo la mirada

- No quiero que eso vuelva a pasar – admití

- Solo sigue tu corazón amor – me dio un beso en la frente, se levantó y camino hacia la puerta – en 10 minutos nos vamos, o te tocara ir a pie

- Mierda, ¿qué hora es?

- ¡Hey, esas palabras! – solo reímos, y el salió de mi cuarto.

Como lo quiero.

Anoche tome una ducha, así que solo me puse un vestido rosa, y arregle un pequeño moño en mi cabello, no solía hacer esto, pero me maquille un poco más, algo de labial, tal vez un poco de rubor, mientras no podía decidir que zapatos ponerme me di cuenta de que me estaba arreglando demasiado.

Carajo. Carajo, carajo, ¡Y PORQUE RAZON SIGO PENSANDO EN TOM!, realmente si sigo así me voy volver loca. Que mi mente es un desastre.

Agarre mis libros, bueno una carrera de letras me exige muchos libros, fua, por poco dejo mi Lap Top, la tome y salí corriendo al carro donde papa ya me esperaba.

Papa me miro y solo rio.

- ¿algo de labial eh? – le puse los ojos en blanco.

- Algo – pare cediendo al juego

- Me recuerdas a tu mama, te vez idéntica, era tan hermosa...

- Papa – sus ojos se cristalizaron, yo me rompí. Aun es difícil.

- Estaría orgullosa de ti

- Y de ti papa, gracias por estar para mi

- Te amo Abby – me beso la frente, esos versos con confortantes.

Después el camino nadie dijo nada, creo que ambos lo escondemos, pero tanto para el como para mí, sigue siendo duro. La extrañamos.

El perdió al amor de su vida, yo perdí a mi madre.

Baje del carro, ahora algo triste, nada me pone triste, aun q7ue recordar a mi mama si que lo hace, papa quiso hacerme sentir bien, no es su culpa.

Mientras caminaba en los pasillos, esta vez tratando de ignorar a todos, aunque conocí a muchas personas aquí, bueno muchos de mis conocidos en la preparatoria vinieron aquí, y suelo ser bastante sociable, pero hoy solo quería tomar clases y no pensar en más.

Alguien se paró frente ama, era Jace.

- Hey ¿Qué pasa? Pareces un muerto.

- Tan mal me veo – Jace ha sido un buen hermano, a pesar de aquí es mi hermanastro, la sangre es lo de menos, aunque al inicio nos costó acomodarnos, nos llevamos muy bien y sabe cuándo estoy mal.

- Nop, hermosa como siempre, pero con una cara larga del carajo – paso su brazo sobre mis hombros y seguimos caminando en los pasillos.

- Vaya que considerado – reí

- Estoy tratando de evitar a Thomas

- Thomas – repetí

- Supongo que ya se recordó de mi

- Tienes que pedirle perdón Jace

- Lo sé, desde que lo vi ayer, fue tan amable, es un gran chico, ahora entiendo que estuve muy mal, le jodi durante tantos años sin siquiera conocerlo, era un buen chico y yo solo me burlé de su físico, y ahora está más mamado que yo – reí – ahora entiendo porque no se separaban.

- No lo conozco ahora, pero supongo que no habrá rencores.

- Es que, hice algo uy malo

- ¿Qué hiciste? – pregunte confundida

- Abby, tengo que irme, mama quería que la ayudara en la oficina.

- Sospechoso – bromee

- Hehe adiós

- Nos vemos – me quede con la intriga.

Seguí cambiando asta entrar al aula de mi primera clase, y encontrarme con Camila, era mi amiga desde preparatoria.

- Hola linda

- Hola Cami

Era una clase básica para todos los grados, y nos esperaba encontrármelo tan pronto hoy, pero ahí estaba Tom, parecía perdido, y miraba hacia todos lados.

- Míralo, ¿Quién es él? ES GUAPISIMO

- ¡cállate! – susurre, de igual manera, todos en el aula incluyendo a Thomas Price, nos escucharon.