La debilidad de un mafioso (Segunda Trilogía)

Capítulo 1

Que lindo el lugar para convertirse en un noche de matanza completa. Que pena que ustedes sean el blanco de mi trampa.

N.R. caminaba al frente del lugar donde en pocos minutos iba ser un gran terror para las personas que iban y salían sin ninguna preocupación de la estación de trenes.

Se paró, descansando su espalda en la pared grisáceo de una tienda que se encontraba al frente de ese lugar. Sacó un cigarrillo de su bolsillo junto con un encendedor y lo prendió, sintiendo en su boca el sabor del tabaco, inhalando y expulsando tan cómodamente.

Qué idiotas.

Que pena que ustedes vayan a morir. Pero deberían culpar a los idiotas que están detrás de mí.

Sus dedos tocaban la baranda que estaba a lado suyo mientras seguía calando su cigarrillo. Todo eso fue formado para despistar a la DEA que estaba atrás suyo pisándole los talones en cada movimiento que cada, porque debía ocuparse de cosas más importantes que estar jugando con esos idiotas.

Al ver su reloj, supo que el tiempo se estaba acabando, solo era cuestión de segundos que esa estación de tren ardiera en llamas y que dos trenes que llegaba ahora mismo iban a tener un destino fatal al no tener los carriles bien puestos, ocasionando así un grave accidente que se cobraría la vida de muchas personas en cuestión de segundos.

Una sonrisa se dibujó en su rostro al ver por última vez la estación, para luego botar el cigarrillo en ese pequeño charco de agua y darse la vuelta para irse de ese lugar antes de que arda en llamas.

Al seguir cuatro cuadras arriba y girar en la siguiente cuadra, contó.

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¡Bum!

El sonido de vidrios rompiéndose y de la explosión hicieron eco por toda la avenida y la zonas cercanas de la estación de trenes. Los gritos de horror y miedo se escucharon por la calle y N.K. solo seguía caminando con una sonrisa victoriosa después de originar una tremenda escena de crimen.

— Hubiera querido ver sus rostros...

Dy