Llevamos un buen tiempo caminando y casi cuando vamos a llegar a dónde me trajo Angela ella habla.
—¿Puedes agacharte un poco?
—Para que me alcances debo ponerme de rodillas —le digo entre risas.
—En verdad no es gracioso Greg, por favor hazlo.
Acato su orden y trato de hacerme pequeño, ella saca de su mochila un pequeño pañuelo y lo pone en mis ojos con la intención de que yo no vea.
—Listo, ¿Confías en mí?
—Claro que lo hago, bicho, siempre y cuando no me estés llevando a un lugar para que le secuestren.
—No lo hago, tonto, bien ahora te tomaré de tu brazo y yo te guiaré ¿Ok? Si tienes que subir a alguna escalera yo te lo diré.
—Ok, estoy de acuerdo.
—Bien, vamos.
Obviamente, no veo nada, solo camino por donde ella lo hace, bueno, si muero aquí quiero que sepan que... Bueno, no se me ocurrió algo ingenioso pero bueno.
—Cuidado ahí hay... —ella no termina de hablar porque en ese momento caigo al suelo.
—Dijiste que me dirías si había escaleras.
—Lo estaba haciendo justamente cuando te caíste, solamente puedo decirte que tres señoras se están riendo de ti en ese preciso momento.
¡Dios! Que vergüenza.
—Nada más sigue caminando, te prometo que tendré más cuidado a la hora de decirte.
Después de caminar un poco más, ella abre una puerta, si definitivamente voy a morir aquí.
—Buenas tardes, señorita —habla una señora mayor de edad, ya que su voz se escucha temblorosa.
—Hola ¿Podemos pasar?
—Claro que si, hija, toma esto.
En realidad no sé que le dio, pero supongo que es algo importante.
—Necesito que te quites eso de los ojos —me habla la señora.
—Oh, si perdón es que esto creo que era una sorpresa para mí.
Me quitó la venda de los ojos y los abro lentamente. Oh, por dios, no me lo creooo.
—Por dios Angela, esto es hermoso.
Enfrente de mí hay miles de libros, estamos en una biblioteca sumamente hermosa.
—No hagan ruido —nos dice la señora con una sonrisa.
—Trataremos —hablamos en un unísono.
Nos vamos de allí y nos adentramos en la biblioteca, miro todo a mi alrededor, hay libros de todos los colores y tamaños.
—¿Te gusta esto? —me dice Angela con una sonrisa de boca cerrada.
—Me encanta, ¿Por qué venimos aquí?
—Porque tú has hecho cosas muy lindas por mí y esta vez yo quise hacer algo lindo por ti. Y ya que estamos aquí, podrás escoger cualquier libro de aquí, yo te lo compraré, tómalo como un regalo —me guiña un ojo.
—¿Qué? Estás loca, los libros cuestan muy caros.
—Bueno, no es como que un vuelo y un concierto hayan sido muy baratos.
No digo nada, solo le sonrió, bueno en eso tiene razón.
—Si me vas a dar un libro como forma de pago, no lo acepto.
—No es un pago, es un regalo.
—Está bien.
Comenzamos a caminar al rededor de todos los estantes en donde se encuentran los libros, voy tomando algunos y ahí es cuando me doy cuenta de que ya he leído muchos. Algunos autores se me hacen conocidos a pesar de que no los he leído.
Llegamos a una parte y reconozco la pasta de uno de los libros.
—Call me by your name —hablo casi en un susurro mientras lo tomo. Paso una de mis manos por encima de este. Siento como Angela mira cada uno de mis movimientos con detenimiento.
—Oh, ese libro es de la película en donde sale Timothée Chalamet.
—Exacto, pero dicen que el libro es mucho mejor que la película. ¿Puedo tomar este?
—Claro que si, Jirafa ¿Por qué te gusta leer? Sé que esa pregunta suena tonta, pero yo nunca he leído un libro a excepción de los que da la escuela.
Antes de responder a su pregunta me aclaro mi garganta como si lo que fuera a decir fuera algo importante —Porque cuando lees te puedes escapar por un momento de este mundo, tu imaginación crea escenarios que nunca verás en la vida real, con la lectura aprendes a demostrar de diferentes formas tus sentimientos y emociones. Y lo más estupendo de leer es que liberas todas las emociones que no sabías que tenías.
—Les dije que no hicieran ruido —habla la misma señora de la entrada —Pero tienes razón con todo lo que acabas de decir, muchachito, cuando era joven amaba leer porque al menos a la hora de leer un libro no sufres, o tal vez si, pero no de la misma manera que en la vida real, sufres por los personajes tal vez por sus problemas o porque no quedan juntos, pero al mismo tiempo estás felices por ellos porque en su tiempo eran lo único que estaban bien.
Esta señora si me entiende.
—También al leer un libro puedes estar en la piel de otra persona porque —me mira la señora —¿Quién no ha imaginado ser el personaje principal de la historia?
—Vaya... Al parecer el leer un libro te da muchas experiencias —dice Angela.
—Lo hace, deberías leer un libro, te puedo recomendar algunos, ven conmigo —la señora se lleva a Angela de allí y yo solo río por la cara de confusión de Angela.
—Nos vemos luego.
Sigo viendo todos los libros a algunos les quitó el polvo que tienen y otros simplemente los huelo, porque en verdad las hojas de los libros huelen extremadamente bien.
Estoy seguro de que he pasado casi dos horas aquí haciendo todo mi ritual de libros y Angela aún no aparece, así que me voy a la salida para esperarla.
Pasado de unos minutos llega Angela con demasiados libros ¿De dónde sacaron tantos?
—Hola, puedes ayudarme.
Tomo algunos de los libros que trae —¿Todo esto vas a comprar?
—No, nada más son prestados. —dice la señora.
—Solamente compraré en tuyo —me mira con ternura.
—¿Estás segura?
—Claro que lo estoy.
Pagamos el libro y nos vamos de la biblioteca mientras que Angela carga unos libros y yo otros.
—Sí que sabe de libros doña Nachita. Me dijo su nombre mientras me explicaba el porqué tenía que leer esos libros.
—Era una señora tierna.
—Pero muy intensa, le dije que no estaría en México y aun así me los presto. Creo que tardaré toda mi vida leyéndolos.
—Bueno, ya tendremos más temas de conversación.
—Si, eso es lo mejor de todo.
Llegamos a casa y afuera de ella hay una chica un poco más alta que Angela.
—¿Iyari? ¿Eres tú? —grita Angela.
—Obviamente, soy yo Wilson —también grita la chica.
Oh genial gente nueva... Supongo que me encerrare en mi habitación a leer, eso de socializar no es para mí.
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𝔊𝔬𝔱𝔞𝔰 𝔡𝔢 𝔞𝔤𝔲𝔞 𝔡𝔲𝔩𝔠𝔢 [Terminada ✓]
Novela Juvenil🦋Si yo muero primero, es tu promesa Sobre de mi cadáver dejar caer Todo el llanto que brote de tu tristeza Y que todos se enteren de tu querer. Si tu mueres primero, yo te prometo Escribiré la historia de nuestro amor Con toda el alma llena de sent...