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¿Mi corazón es funcional como el de kazuha? Desde que aquella mujer llamada arconte me abandono, el único consuelo que fui capaz de encontrar es un joven de visión anemo, tan tranquilo como la caída de las hojas en otoño.

Deseaba estar con él, solo con él por el resto del tiempo que tenga en la tierra. Pero, me encontraron los fatui, una mafia peligrosa y enorme. En un inicio no estaba seguro de que era lo que querían, solo fueron de ayuda para que yo entienda lo que soy y tenga el poder para vengarme. Para mostrar que aunque soy solo un muñeco vacío soy mejor que ellos.

Si, es una forma de vivir cruel. Me quedo aquí, en esta gran oficina, recordando la última noche que tuve con ese joven. Con la dulce forma en la que me hizo el amor, es un gran secreto. Mio y de él.

Como todas las noches frias en inazuma, el oleaje se escucha de forma calmada y con tiempos. El de cabellos claros abrazaba la cadera del oscuro. Repartia besos llenos de afecto en su nuca, murmuraba entre dientes lo mucho que lo ama. Al girarse notó la hermosa sonrisa de amor con la que era admirado, lo que sea que fuera en su pecho se sintió apretado y emocionado.

Cada vez que sus rostros se acercaban lo suficiente, entregaban un beso a los labios tibios ansiosos de continuar. Las traviesas manos del anemo se fundían en el cuerpo del electro. Eran un torbellino dulce y tranquilo, aferrándose al cuerpo del otro por cada sensación eléctrica al exitarse. Las marcas leves en su pálida piel le gustaban, era como si aun estuvieran allí los labios de kazuha. Se apretaba la piel recordando las manos del samurai, intentaba recrear las marcas que dejaba en su piel, su mano en su cuerpo moviéndose suavemente lo hartaba, deseaba hacerlo brusco para sentir más. Se masturba de forma cruel, apretando su miembro y rasgando un poco la piel de sus muslos. El dolor le causaba placer, y pensar en el joven anemo haciéndole esa clase de cosas tan diferente a como las recuerda... enciende mucho más su extasis.

-kazuha..~- gimio al sentir que estaba por soltar todo.

Recordó como se movía con cuidado dentro de él, como embestia su cuerpo contra la cama. Como jadeaba en su cuello gimiendo su nombre, como terminaba aferrándose a su cadera.

-ah...debería solo pedir que te atrapen, así serias mío- estaba limpiando su mano con un paño, se subió las ropas algo cansado por sus anteriores acciones.

-no, te harían daño para traerte. No valgo la pena- se acurrucó en su escritorio dejando que el sombrero cubra su rostro. Planeaba dormir, extrañar todos los días a ese idiota lo tenia mal.

Por otro lado, había alguien más que extrañaba esos labios, desde un barco a la lejanía de inazuma. Calmaba la tormenta en su pecho pensando que quizás el viento podrá enviarle sus mensajes a su amado. La soledad creada en su pecho, la culpa por no proteger a un amigo. Y el dolor de saber que su querido se fue con esa clase de personas. Que no fue capaz de detenerlo o de salvarlo de ese futuro. Cada vez que lo invitan a tomar acepta, más que nada porque le gusta el alcohol y como diría un bardo de mondstadt, te ayuda a no pensar en cosas que no pudiste frenar.

Al estar en la cama con la sobriedad por los suelos, recuerda esas sonrisas dirigidas hacia él. La forma en que el viento mueve los oscuros cabellos, la forma en la cual los ordenaba con cuidado. Como caían las telas por la pálida piel del chico, escondiendo esa piel sensible que tanto le gustaba besar. Ooooh su cabeza da vueltas, termino dormido.

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Eso fue todo lo que se me ocurrió hdkdjd nos vemos en otro aaaaaa

kazuscara oneshots | hot🤝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora