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LESBIANAS, SIFRINOS Y MALANDROS DE RUMBA


Sábado por la noche papá, se escuchaban varias cornetas prendidas en la cuadra y varios borrachos hablando solos por ahí. La gente estaba feliz, preparándose para ir a botar la dignidad, hacer pijamada con las primas, ver netflix hasta las 4 de la mañana o escaparse pa donde los jevos.

Jisung por su parte estaba dando vueltas en su cuarto casi que poniéndose a llorar, no sabía que ponerse.

—Jisung te lo pregunto de nuevo ¿Estás seguro que no eres pato?

—MIRA EDUARDO NO ESTOY PARA QUE ME JODAS LA EXISTENCIA. – Suspiró bruscamente mientras se detenía y recostaba su espalda contra la pared.

Yeji se echó a reír y se levantó de la cama, estaba cansada de ver a su mejor amigo en una crisis existencial peor de la que les dan a ellas.

—A ver, yo te dije que la camisa de cuadros te quedaba chula. – dijo poniéndose en frente del armario del dueño de la casa, se llevó una mano a su barbilla y echó ojo a cada prenda de ropa.

—No marico no entiendes que eso lo usan literalmente todos los carajos que van a fiestas. Yo no puedo ser uno más del montón. – se echó el cabello para atrás y se puso al lado de Yeji viendo el closet como por quinta vez como si fuera a aparecer una camisa nueva de la nada.

—Definitivamente eres pato.

—¡Changbin! – gritaron ambos haciendo que el enano se encogiera en su sitio y se callará.

Yeji dio un aplauso haciendo entender que se le había ocurrido algo, Jisung pegó un brinco porque se cago por el sonido cerca de el.

—¡Ya se! ¿Te acuerdas la camisa que me pedí por internet para el 31 pero nunca me puse?

Jisung asintió, no era difícil de olvidar tomando en cuenta que Yeji se puso roja de la arrechera y se tiró al suelo a llorar porque le llegó dos tallas más grandes.

—Bueno pues esa misma fue. – Busco entre los pantalones tratando de encontrar lo que tenía en mente.

Cuando los encontró, tomó aquellos pantalones de jean negros y se los lanzó a Jisung por la cara.

—Bueno menos mal que ya se acabo el desfile de modas porque mi mamá dice que o nos vamos ya o nos deja. – Hablo changbin de nuevo poniéndose de pie.

Yeji asintió y empujó a jisung para que caminara al baño.

—Ve poniéndote los pantalones y yo corro a buscar la camisa en mi casa, no me tardo.

No sería un viaje muy largo ya que la muchachita vive a dos casas de la de Han.

Después de que Yetzimar volviera con la camisa y Jisung se terminara de bañar en colonia, estaban más que listos para la rumba. Cuando ya habían bajado las escaleras, la mamá de Jisung no perdió la oportunidad de chalequear a su hijo, pero también se puso seria y les dijo que mosca con una inventadera rara y que nada de drogas.

Los carajito se despidieron y caminaron a la puerta porque la mamá de changbin ya le había escrito formándole peo, la señora debía llegar a tiempo a ver la novela entiéndanla.

— Ya va que ahora que estamos apunto de irnos si siento que se me esta bajando la azúcar. – Yeji se restregó las manos en la falda para quitar el sudor mientras salían al porche.

Changbin que iba detrás de ella la tomó por los hombros y comenzó a hacerle un masaje chimbo para relajarla.

—Respira porque si te está dando un yeyo ahorita no me quiero ni imaginar cuando te saque a bailar.

Ponchado [Skz]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora