Todo seguía normal en el café, pedidos y más pedidos, cafés y más cafés. No podía dejar de pensar en cuando nos mudaríamos, faltaba poco, estaba emocionada por una parte pero por otra me dolía demasiado dejar a Noah y Camila, mis mejores amigos.
-ya sabes cuando te irás?-
pregunta Ava mientras guarda una dona de chocolate en una bolsa.
-de nuevo te llevarás comida a casa?-
Dije sin tomarle tanta atención a su pregunta
-no has contestado mi pregunta, ya sabes?-
Asentí con la cabeza y al saber que me llegaría una tonelada de preguntas más sobre el tema busque una excusa para irme así que mire de reojo hacia la puerta para ver si llegaba alguna persona, no había nadie llegando pero en la mesa había un chico alto de pelo castaño apenas sentándose en una mesa.
Me dirigí hacia la mesa con la pequeña libreta de notas para anotar su pedido.
Antes de que yo pudiera preguntarle qué quería simplemente dijo-un expreso y un croissant-
No espero a que le preguntara, y ni siquiera me vio venir, estaba sentado con su libro y yo llegue por sus espaldas
-de acuerdo, en un momento se lo doy-
Calenté el croissant y prepare su expreso, le dije a Ava que llevará el pedido al chico ya que yo la había pedido permiso unos días antes para irme antes a casa hoy para empacar ya que solo faltaban unas semanas para mudarme.
Al salir, me encontré a mi hermana
-que haces aquí?- le pregunté
-mamá dijo que te viniera a buscar- dijo de una forma tranquila
-bueno-
En cuestión de segundos ya estábamos entrando a la casa pues estaba Justo al lado de la cafetería.
Al cerrar la puerta, vi unos 20 metros lejos a el mismo chico, traía una bolsa con su croissant y el expreso en su mano, me estaba mirando fijamente mientras cerraba la puerta con una expresión seca.
Fui a la sala y vi que solo había muchas cajas con diferentes nombres escritos con plumón como: fotos y recuerdos o luces de navidad.
Al ver que la cocina y el escritorio de papá también estaban vacíos me sorprendí, nunca la había visto tan vacía y triste... de verdad la extrañare. He estado 12 años en esta casa y no había cambiado casi nada hasta ahora, aún recuerdo cuando mi madre dijo que remodelaríamos mi habitación y al llegar de la escuela había muchas pinturas, eran rosas, moradas y blancas, después de un rato nos agotamos y terminamos durmiendo en el sillón.
Me dirigí rápidamente a mi habitación con esperanza de ver todo empacado pero no, seguía igual como cuando lo dejé... yo tendré que empacarlo.
Empecé por la ropa, después mis cremas, maquillajes etc. Luego seguí con las decoraciones, continué con todas las fotos y termine con las libretas y libros.La verdad trade más de lo esperado, el cronómetro marcaba 4 horas y 37 minutos, pensaba tardarme aproximadamente 1 o 2 horas, creo que me tarde viendo cada una de las fotos con Noah y Camila detalladamente, nunca pensé que sería así de incomodo mudarme, es decir...mis padres no tomaron en cuenta mi decisión, ni siquiera tenían una razón para mudarse.
Me dirigí a la cocina para encontrarme a mi madre, contemplando las cajas de mudanza y leyendo cada una de ellas recargada en el mostrador.
-Crees Que haya sido buena idea mudarnos?-
Antes de poder responder que no mi hermana entró y exclamó
-¡en mi opinión tuviste que habernos preguntado a cualquiera de las dos¡-
Mira a mi madre y asentí, en eso mi madre puso una expresión de lamento, de arrepiento, pero no dijo nada.
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Our coffee
RomanceOlivia es una chica de 17 años que trabaja en un café está por irse de la cuidad y mudarse pero en eso conoce a Liam, un chico de la misma edad que va diario a aquel café así que Olivia intenta convencer a su madre para quedarse y se da cuenta que e...