2. Zuschauer

119 17 14
                                    


"Espectador"

Fue un instante, solamente un par de segundos bastaron para asesinar al titán fundador, y con él, también murió Levi

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Fue un instante, solamente un par de segundos bastaron para asesinar al titán fundador, y con él, también murió Levi. Ya no podía pensar, sentía el cuerpo demasiado pesado, como si trajese encima al maldito planeta enterno. Su grisácea mirada se encontraba perdida, sin vida, porque eso era ahora. El temible soldado Levi Ackerman ahora no era más que un hombre herido, tanto física como emocionalmente, cansado de todas aquellas guerras estúpidas; y sobre todo, un enamorado que se encontraba sufriendo por la pérdida de su ser amado.

La vida es una auténtica hija de perra, y él lo sabía, desde que era un niño pudo presenciar lo jodida que podía llegar a ser. Sin embargo, nada lo preparó para ser participe de aquella escena que dolió mucho más que cualquiera de las heridas físicas que hubiese sufrido.

No es la primera muerte que ha visto, ni de cerca. Ha perdido a tantos compañeros frente a sus ojos que hace mucho dejó de llevar la cuenta. Pero aquello era distinto, completamente diferente a cualquier dolor que haya padecido en todos sus años de vida.

Porque en el momento en que Mikasa entró a la boca del titán fundador y blandió con firmeza aquella maldita espada, él pudo sentir con claridad cómo su garganta se cerró hasta el punto de casi asfixiarlo, mientras que el pecho se encargaba de torturarlo con un dolor inhumano. Quiso gritar, lanzarse contra la chica para evitar que ejecutase el movimiento final, algo, lo que fuese para evitar que su mayor pesadilla se convirtiese en realidad, pero no pudo. El tiempo pareció correr de una forma mucho más lenta, y Levi ya ni siquiera tenía fuerzas para continuar, nuevamente tuvo que limitarse a ser un jodido espectador, un completo inútil.

Eren Jaeger había muerto.

Eren, aquel mocoso que había conocido cuando este no tenía más que quince años, con un exceso de energía que a veces le irritaba, y una determinación admirable a salir de aquellos muros, fue asesinado justo frente a sus ojos, y no pudo evitarlo.

No pudo hacer nada, maldita sea. Aquel crío estaba a su cargo, sin importar que ya le superase con más de veinte centímetros de altura o tuviese el control completo del poder del titán que poseía, él estaba a su jodido cuidado.

Debió protegerlo. Debió actuar en cuanto notó que el brillo feroz que siempre irradiaba en ese par de irises de tonalidad aguamarina, se esfumaba poco a poco.

Debió de haberle dicho la verdad, él debió de tener los suficientes huevos en lugar de ser un maldito cobarde, porque Eren tenía derecho a saberlo.

Tenía. Estar pensando en el castaño en pasado, era demasiado para su roto corazón.

Si alguien se lo preguntase, no sabría qué palabras usar con exactitud para que su sentir fuese captado en su totalidad, posiblemente porque ni siquiera existían palabras que definiesen el tormento personal con el que estaba lidiando. Para ser claros, él ya no era más que un muerto en vida.

Todo aquello que nunca dije || SNK [ Riren ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora