La Reina Albina [Libro #1]

1. Los héroes de Valid

A veces cuando me quedo dormida puedo recordar todo tal cual fue, La guerra roja que llega a mí como un mal sueño pero solo es el recuerdo de todos mis antepasados, todos los videntes que murieron durante  la guerra, todo lo que marco un antes y un después en el mundo. Hace 1000 años hubo una gran rebelión, las personas dejaron de creer, su dios los abandonó, los exterminó quiso eliminar lo que él llamaba la maldad en el mundo, podría traducirse como una de las venidas de dios. Entonces nuestro dios nos recibió a todos nosotros los caídos los ultimos hombres de barro antes del diluvio y nos dió un poder inimaginable para vivir en paz. Así empezó la guerra, la tierra se dividió en dos tipos de hombres, los de barro y los nuevos nirellences, cientos de los nuestros murieron, Miles de los suyos también y la población se redujo radicalmente a lo que es ahora vario grupos dispersos por el mundo, hombres de barro creando ciudades, creando reinos a su imagen y semejanza, salvo por nosotros el reino de Nirell.
Los recuerdos que tengo de la guerra son borrosos, quizas porque no son míos o porque aún no he logrado desbloquearlos por completo, mi madre dice que cuando sea una vidente por completo podré viajar al pasado o al futuro a mi conveniencia justo como ella lo hace.
Tuvimos mucho tiempo de paz, pero esa paz está siendo amenazada nuevamente los hombres de barro son egoístas, tienen todo el mundo para ellos y aún así quieren a Nirell, quieren hacernos como ellos o acabar con nosotros,  eso dicen mis otros sueños, esos en dónde si me veo como yo y todo parece estar de cabeza. En esos momentos cuando no sé si estoy en el pasado o el futuro, dónde mi cuerpo cambia tan rápidamente que no logro recordar cómo me veía antes solo pienso en una cosa.

Soy Basil Veremundo, una vidente mestiza hija mayor del rey de Nirell con una vidente original. Tengo una hermana Memphis una guerrera de clase 1. Nos vimos por última vez el once de marzo cuando mi madre dijo que estábamos en guerra, que la tribu de Mugmer Estaba siendo atacada mi hermana guío un batallón para salvarlos y yo me dirigí al lado opuesto a la tribu de Valid Dónde debía ayudar a los moldeadores.

Despierto sudada y el ruido de pisadas me hace temblar siento mi tercer ojo parpadear y moverse en todas las direcciones veo las paredes de piedra y el suelo frío, la humedad y se que las pisadas aún no llegan pero pronto vendrán, puedo ver al ejército preparándose para entrar en la selva y me recuerdo que Soy Basil, la vidente tengo 23 años,soy heredera al trono de Luz. Hoy es 3 de agosto estoy en la tribu de Valid Dónde tenemos 15 semanas en guerra parando los ataques del exterior y dónde hace 5 semanas comenzamos a detener los ataques de todos aquellos que se atrevieron a entrar en la selva de Valid.

- Basil que haces? - la voz de Colin me saca de mis pensamientos, ella leva un cinturón en su pierna derecha con un arma de luz y carga con balas otra arma en sus manos. Colin es la líder de los moldeadores quedan pocos de ellos aquí solo los que se quedaron a proteger sus tierras, los demás fueron enviados a la tribu más cercana para protegerse. Para salvarse de la guerra que inicia.

- Estoy intentando no volverme loca, el ejército se prepara para entrar aquí - le aviso y ella frunce el seño, tiene el cabello recogido en una cola alta, su piel tostada está cubierta por piel de distintos animales, su cuerpo es ágil y musculoso, sus brazos tienen cristales verdes como incrustaciones preciosas que sirven para distinguir su raza, me lleva al menos quince centímetros de altura pero aún así no es tan alta como un guerrero a pesar de eso es segura sabe cómo proteger a su gente es una gran líder y me ha mantenido con vida durante 15 semanas.

— voy a avisarle a kosmo que prepare los cañones de fuego — asiento y Colin se acerca más a mi — toma un arma y sube al tejado haré que los arboles nos cubran, sabes lo que tienes que hacer? — asiento de nuevo y Colin posa sus ojos verdes en mi —Basil quédate con nosotros. — lo dice como una súplica mientras me toma de las mejillas. Por más tosca que parezca se preocupa por mi