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izzy x edward (implied) edward x stede (implied)
-o como me gusta a mí llamarlo, es canon que izzy está celoso de stede así que escribo un character study/pov de los primeros capítulos sobre eso-
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Algo raro está ocurriendo con su jefe, Izzy lo sabe porque lleva tiempo siendo el segundo al mando en el barco de Barbanegra, y siendo honestos, no es difícil percatarse de la confusa actitud que el pirata está mostrando últimamente, sobre todo comparado con las creencias generales que giran sobre su persona en todos los mares.
La respuesta probablemente no sea muy complicada, o tal vez sí, pero de igual manera Izzy la tiene clara: Es culpa de ese Stede Bonnet.
Lo sabe porque ha prestado mucha atención a los dos y Barbanegra nunca se había comportado con ninguna persona de la manera en que lo hacía con el caballero pirata; la forma en la que le miraba, con tanto detenimiento que parecía querer quedarse a observar las pupilas del otro con tanta profundidad que desentrañaría todo de él, el tono de voz suave y ligeramente bajo que Edward usa con él, que jamás ha usado con nadie, y el cómo parece disfrutar tanto de la compañía del otro. Todo el mundo sabía que Barbanegra comportándose de tal manera es simplemente algo impensable, de hecho, él probablemente miraría a los ojos de alguien para intimidarme, hablarle bajo para sonar amenazante, y pasar tiempo con otro persona para discutir estrategias de piratas. Sin embargo, ninguna de estas reglas se cumplen cuando él está con Stede Bonnet, y esto a Izzy le causa mucha rabia.
Lo cierto es que había llegado un punto en el que Izzy no sabía si debería de sentir miedo o envidia de esas internaciones tan lentas, consideradas y ciertamente extrañas entre los dos, pero aquél no era el tema que debía de preocuparle.
Lo importante es que Barbanegra estaba dejando de ser el temido pirata que sin duda se había hecho de gran renombre en los últimos años en el Caribe. Para Izzy siempre había supuesto un verdadero honor trabajar para él, y siempre lo hizo sin rechistar, pero ahora parecía que estaba sirviendo a una persona muy diferente de la que él juró lealtad.
Y tiene dos opciones, quedarse observando cómo las manos de Edward tocan las de Bonnet hasta que éstas sean reemplazadas por sus mismos labios, mientras se produce una guerra sangrienta por la ignorancia de los dos hombres, o hacer algo para detener lo que sea que el aristócrata le haya hecho al cerebro de su jefe para que deje de ser él mismo.
