(Ingrid)
- ¿Tú? -mis ojos casi se desorbitan.
- ¿Qué novata? ¿No ha pasado ni un día y ya eres la nueva putita de Jordan?
-Es mi hermano capullo, que te den- terminé nuestra conversación cerrando la puerta delante de sus narices.
-Ingrid, Ingrid, abre la puerta- exigió este.
-No- le negué desde dentro del apartamento.
-Ingrid, perdón.
- ¿Cómo sabes mi nombre?
-Lo escuché cuando la directora lo dijo- explicó. - ¿Me dejarás entrar ahora?
- ¿Qué quieres? -cuestioné desconfiada.
-Que hablemos.
«Sí ya...hablar...seguro. »
- ¡Lárgate y déjame en paz! - ¡Dios de mi vida! ¿Cómo puede llegar a ser tan exasperante una persona?
«Mira quién lo dice... » Me reprochó mi conciencia.
« ¡Cállate maldita sea! Tú deberías estar apoyándome ahora mismo, no dándome la la lata. » Me reprendí a mí misma.
- ¡Ingrid! Abre la puerta o...- ¿me estaba amenazando? ¿A mí? Por favor.
- ¿O qué? -le interrumpí descortésmente. -Te recurso que hoy quien tuvo las de perder fuiste tú, no yo.
-Tiro la puerta...si no la abres.
-Sigue soñando- emití mientras me dirigía a mi habitación para cambiarme y abrirle al poseso de ese tipo.
- ¡Ingrid! -entonces oí un golpe en la puerta, ocasionado por el impulso y choque de un cuerpo contra esta.
-Tú subnormal, deja de darle a la puerta. ¿Eres deficiente mental o qué? -vociferé desde la segunda planta a la vez que bajaba apresuradamente los peldaños.
Como los mil demonios abrí la puerta bruscamente, provocando que el poseso que estaba apoyado en la puerta perdiera el equilibrio.
-¿Quién mierda te crees para venir a mi casa y exigirme que te abra la puerta? ¿Y encima le das a la puerta? A ver si respetamos ¿no?
-Relax bonita.
-Estás en mi propiedad lindo, así que te puedo denunciar por ello. Largate de mí casa y vete al infierno- le señalé la salida irradiando furia.
-En primer lugar bonita, estudio abogacía, así que no me podrías hacer nada aunque quisieras; en segundo lugar, me marcho si me da la real gana; y tercero créeme que el infierno es estar a tu lado.
Mi mano voló a su ojo, sacudí mi puño y rematé el golpe dándole con el codo.
-¡Joder! ¿Qué problema tienes? -mencionó tapándose la sangre que se desprendía de su nariz.
-No te confundas cariño, yo no tengo ningún problema contigo, el problema es tuyo.
-Ya lo veo- levantó su mano y me enseñó como su mano estaba manchada por un poco de sangre.
Su gesto hizo que me revolviera y me entraran náuseas.
Aquel chico me hizo un puchero, y sí, funcionó.
-Anda...entra...
«A pesar de todo soy una buena persona ¿no?»
«Oh...sí...una buena persona que quiere venganza...ya, una buena persona, claro.» Me espeté a mí misma.
-Gracias... -sonrió con dolor-. Por cierto, me llamo Kay.
«¿Cómo? ¿Ese era Kay?»
-¿Tú, tú, eres Kay? -tartamudeé torpemente.
-Sí.
«¿Cómo, cómo es posible que no lo haya recordado? Todo era muy distinto...»
-¡Ingrid! ¡Ingrid! ¿Estás bien?
Esas palabras fueron las últimas que pude oír antes de cerrar los ojos y rendirme ante la situación.Perdonen por no haber subido antes. ¡Lo siento mucho! Es que he estado atareada.
Besos;) Xk y reitero mis disculpas.
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Provocativa
Teen Fiction—Estás de broma ¿no? —preguntó sobresaltada mi mejor amiga. —No, no lo estoy—respondí seca. —Es decir que tu Ingrid McCartney tienes ansias de venganza. —Sí— afirmé. —Y...¿cómo lo harás? —Me convertiré en una de ellos—expliqué con simpleza. —¿Estás...